En Villanueva, otro verano El tiempo detenido, suspendido en la viscosidad de los jarales, en la quietud del tímido olivar. Palabras madurando en los frutos de verano, desde el pasado, sesteando en los zarzales, La tierra angosta y seca murmurando ensoñaciones, pensamientos recurrentes que volcamos sobre el polvo del camino, susurrando suavemente en el dorado de los pastos. Hoy ¿Será hoy? ¿O aún es antaño? Es de nuevo el mismo estío, son los mismos trayectos transitados. Es el mismo confluir de las miradas en la verde intensidad de nuestra sierra, hilo conductor de nuestros pasos. Es la misma vieja laguna y su llamada, la encina centenaria muda guardiana del paso de los días, abrazando nuestras almas verano tras verano, Vereda trás vereda, año trás año. |