Valencia de Alcántara - Caceres

Hola Rakel, hoy cuando en el tiempo han dicho "la caló" que hacia en Málaga, creo que todos hemos pensado en ti, pues nada, que te vengas para el norte, que aqui no llegan los aires africanos, (tocaré madera).

Lo que comentaste de tu abuela, quiero que sepas, que lo siento mucho. Hace tiempo, tu contaste una historia muy bonita, de cine, de tus abuelos. Yo, ese mensaje, lo tengo guardado como una joya del foro. La sensibilidad que sacaste para poner un ejemplo veraz de un amor que nació en medio de nuestro rio fronterizo, en una guerra sin sentido,en una adolescencia inocente y que la vida no quiso separarlos. No sé si esta abuela es la que está enfermita, pero tanto si es como si no, le rindo un homenaje. No sabemos que pasa por una mente enferma, por esas lagunas que a veces se vuelven mares embravecidos, no lo se. Es dificil meterse en el papel de un familiar. Yo he visto esto muchas veces en mi trabajo, y no solo en residentes, he escuchado muchas charlas sobre familiares asi, y es francamente triste. Y encima, la medicina en este campo, no ha avanzado tanto como en otras. Esperemos que como otras enfermedades, encuentre soluciones preventivas o curativas. A mi me pasa que cuando me encuentro en la situacion de estar cerca de ellos, pienso que en el fuero interno de cada enfermo hay un resquicio de captacion de amor. Ellos no saben quien es el que le acaricia la mano, piensan lo mismo que su madre, aunque ellas tengan 80 añod, hermana, hijos, desconocidos, no se, pero el tacto, creo que traspasa la piel.

Te diria muchas cosas mas, Rakel, pero creo que ya me conoces, y solo me queda darte un gran abrazo de OSA POLAR.

Regatito con este hilo que has iniciado me has llegado al corazon,sobre todo porque a estas personas las conozco y han formado parte de mi vida.
Siempre los he puesto de ejemplo hablando de amor,y quienes los han conocido saben bien que su amor ha sido eterno;siempre se dice que el amor,con el tiempo,se acaba,pero a los que como yo creemos que puede ser eterno,los abuelos de RAKEL son todo un ejemplo.
Se han querido,cuidado,mimado hasta mas no poder.
Cuando ella dejo su mente,ahi estaba el,queriendola mas si cabe,si lo vierais lo feliz que el es cuando ella vuelve a casa,se deshace en mimos con ella,pero cuando se va todo se convierte en tristeza,es algo que hay que vivirlo para comprenderlo,estoy escribiendo y se me viene a la cabeza tantos ratos felices con ellos,que parece mentira que la vida pueda ser tan injusta con ciertas personas.
RAKEL perdona si con lo que he dicho te he podido hacer daño,no ha sido mi intencion,sabes que los quiero a los dos con locura.

Hola a las dos más GUAPAS,

No me hacen daño vuestras palabras, todo lo contrario, hasta aquí me llega el cariño con el que están escritas. Regatito, ellos son los protagonistas de aquella historia, y fíjate que todavía no han terminado de escribirla, María los ve desde su terraza las pocas veces que están juntos y es como yo me imaginaba, el abuelo se deshace con ella. Y es que llevan tantísismos años juntos que ahora que están separados el abuelo casi siempre anda de mal humor y sin ganas de ná, y lo que más pena me dá son las flores, las "floritas" como las llamaba ella con cariño, siempre andaba con una regadera o un cubo cerca y las tenía tan hermosas que parecían de plástico, ahora han muerto casi todas, las más delicadas, las recias siguen ahí, como ella, luchando contra los elementos.

Voy a recordaros las dos ocasiones anuales que concentraban más gente en la casa, María seguro que tú las has vivido también: La matanza y los Bollos de pascua... oh!! que eventos!!

Para la matanza a las 6:30 ya estábamos comiendo migas con café en la lumbre de la cocina del cobertizo, y a la hora de repartir el anís no había ni chicos ni grandes, la "palomita" como la llamaba ella era anís rebajado con agua que nos daba a los niños para combatir el frío de la madrugada y que ayudáramos sin protestar (en las matanzas sentaba bien, pero cuando íbamos a por aceitunas sentaba de lujo!!). Después de comer a medio día nos daba otra con la obligación de bebérnosla frente a la lumbre quietos y tranquilos, y mano de santo, no movíamos las pestañas por lo menos en 2 horas, calentitos, con la pancita llena, el madrugón y el anís frente al fuego ¡¡éramos ángeles!! nos quedábamos sobaos en cualquier postura y a veces nos despertaban las risas de los mayores.
La verdad es que no hacíamos mucho, éramos los pinches que corríamos para atender todas las necesidades, trae un cubo, una cuchara, dile esto a tu padre, busca al abuelo... y por supuesto había guantás por acompañar las muestras al veterinario.

La vez que peor lo pasé ya tenía yo unos añitos y un señor obeso del que no diré el nombre pero al que llamaban "señorito" sin parar, fue victima de mis primeros ataques de "esto no lo entiendo y no lo voy a hacer". Y es que no comprendía el porqué aquel día todo el mundo corría y se desvivía para agradar al señoritingo que sí sabía pedir pero no sabía moverse, que desde que llegó estaba sentado sin parar de comer ni de beber y en una de estas mi abuela me pide que le traiga nosequé al señorito voy y le contesto "que se levante él y lo coja" jojojo, el silencio... se quedaron todos blancos menos mi abuela que estaba como un tomate, el "señorito" viendo la que se me venía encima intentó mediar (pobre hombre, era un señor muy agradable, pero muy señorito) pero la furia de la Lorenza estaba desatada, y la cosa aún no había terminado. Cuando le volvió la sangre al cuerpo me enganchó por el pescuezo y comenzó a calentarme el pandero mientras me decía que al "señorito" se le trataba como correspondía y yo llorando le dije "abuela, yo no le voy a hacer la pelota a este tío porque no le conozco". Ahí el pan subió ya del tó, se escucharon risas (incluidas del señorito) y la abuela se dió por vencida. Pero me dejó calentita.

Y lo que más me gustaba era hacer bollos, ¡¡eso sí que lo echo de menos!! la masa aceitosita con olor a anís que sabía a chicle, los exfuerzos que nos costaba dejar pasar el tiempo para que fermentara y cuando por fín lo hacía ¡¡a hacer esculturas!! una bandeja sólo para los niños y allí nacían tortugas, delfines, caballos, leones, corazones, todo amorfo, hecho con mucha ilusión. Nos daban 2 huevos cocidos a cada uno y teníamos que hacer nuestro bollo para el día de los bollos, siempre hacías el tuyo y otro para regalar a mamá o a papá, el tiempo de espera frente al magnífico horno de leña se hacía eterno y que contentos cuando salía nuestro zoológico dorado, que poco después de enfriarse comenzaba a ser mutilado poco a poco (me voy a comer esta patita...). Lo echo mucho de menos.

En esa casa nunca faltó el café para los invitados, no te habías quitado la chaqueta y ya tenías delante el café con bollo o con mantecados, que también le salían estupennndos. Aún hoy sigo tomando el café como ella me lo preparaba, clarito, poco café y mucha leche, soy incapaz de beberlo de otra manera.

La visitas a valuengo ya no son lo mismo sin ella, pero hace unos años el sexto sentido me dijo una tarde que llevaba la cámara de fotos que todo aquello que yo tanto amo de esa casa no iba a ser eterno, me entró como una angustia de que todo iba a desaparecer como pasó con la casa de mis bisabuelos frente a Tabú y comencé a sacar fotos de cada cosa, de todo, de ellos, del jardín, del huerto, del horno, y hoy me alegro de haberlo hecho porque cuando la morriña me ataca repaso las fotos y revivo los momentos, vuelvo a ser niña y puedo hasta oler el río sólo viendo la foto de la terraza de la casa.

Gracias, María y Regatito por este momento, os prometo que nos juntaremos en esa terraza y os invitaré a un café de los de ella mientras vemos pasar la vida por el puente de valuengo.

Un abrazo de Osa con Morriña, el abrazo polar de ayer me ha sentado estupendamente.

Las enfermedades mentales son terribles, porque afectan a la esencia del individuo llegando en muchos casos a despojarle de su identidad por completo.

Para tu abuelo debe ser muy duro, Rakel. Lo siento. Tras toda una vida juntos, ver como esa persona a la que tanto quieres va marchitandose poco a poco debe ser muy dificil de soportar. Espero que a el al menos le queden los recuerdos de los buenos momentos vividos.

Permite que te felicite por la manera que tienes de narrar tus vivencias, Rakel. Impresiona como consigues transmitir tus emociones.

Un abrazo.

Rakel, gracias por que has respondido a mi intención. Yo sabia que habia algo dentro de ti que necesitabas decir, y lo has dicho muy bien. Me has hecho vivir unos momentos muy tiernos. Los recuerdos de la infancia tiene algo muy bueno, que las cosas malas, se filtran tanto por la mente infantil, que solo quiere ser feliz, que al final, lo malo se convierte en mejor. Las cosas buenas, se convierten en ideales. Eso solo lo consigue una mente sana.

Estoy segurisima que cuando te he dado el pellizquito en el corazón, para que en el subconscientes te refugies en la ternura de la Abuela Lorenza, y en su grandeza. Para ti siempre será grande, porque te hace grande y buena persona. No lo olvides, esas cosas son las que nos deben frenar en momentos, y animar en otros.

Ojala podamos tomar un cafecito en esa terraza las tres, seguro que habra lagrimones, pero de los que curan.

Un abrazo de OSA, de amiga osa.

Gracias Fmanega, es fácil volver al pasado, lo complicado es quedarse.

Regatito, una vez comprendido que la mejor edad fué sin duda la infancia, pese a las durezas vividas, unos más otros menos, refugiarse en momentos de la infancia beneficia más que el psicólogo más profesional del mundo.

No dudeis que nos tomaremos ese café con vistas al puente, me dá igual la estación del año si lo comparto con vosotr@s.


Un abrazo enorme a María, vamos a tener que regalarle entre todos un reconocedor de voz para que hables y tus palabras se recojan por escrito y así puedas participar en el foro como a ti te gusta, dándolo todo

Borrado por su Autor.

Hola Rakel, hola Lokita.

Perdonad mi intromisión, pero quería deciros que lo que habláis de vuestra abuela, (entiendo por la conversación que es abuela de las dos), es precioso.

En la retina y en el corazón debe quedaros solo eso, los buenos recuerdos, los momentos que hayais vivido con ella son irrepetibles, y eso no os los va a quitar nadie. A ella la enfermedad le habrá quitado sus recuerdos, pero el cariño no se lo quita nadie y veo que de cariño está rodeada, y eso es lo importante.

Yo, por circunstancias, no puedo hablar así de ninguno de mis abuelos, unos porque no los he conocído, otros porque no han ejercido de abuelos (estaban más preocupados de ellos mismos que de los demás), por ello, cuando os he leído, me ha entrado mucha nostalgía. Si vosotras sois afortunadas de haberla tenído como abuela, ella también lo es por teneros como nietas.

Os mando un beso muy fuete.

Rakel ,en este momento ,como en otro anterior,¡¿S
i puedo ayudar ?Es que intento pasar al privado pero este bicho esta muy decente y no me deja..Rega...nos comunica si quieres

Dimelo1, ya tienes la respuesta.

Curioso, curioso, hoy no he entrado hasta ahora, y "dos en uno" anda por nuestro foro como la rabia, buscando mensajes mios para poner negativos donde tenian puntuacion muy positiva. Como si esto a mi me quitaran reputacion personal. Solo con no llegar a una vejez donde se aflora solo el mal que se ha acumulado en la vida, me doy por bien servida.

Un abrazo.

¡Aunque me cueste..el que siembra vientos ......recoge tempestades, y soledAD ABSOLUTA(QUE ES PEOR)

Recuerda ...Santa Catalina,,,,,,no sabe si se m.. o si se orina,,,,los jacobos ,contra mas viejo ,mas bobo.