Valencia de Alcántara - Caceres

Ayer me dio mucha pena no estar en la inauguración del, recientemente restaurado, Kiosco de la música del parque de España.

Me trae tantos recuerdos!... las horas y horas que hemos pasado jugando a las cuatro esquinas, y saltando a la comba, o a la goma.
Y luego, cuando eramos adolescentes, en verano, muchas noches quedábamos allí, no teníamos móviles y sabíamos que en el parque nos encontraríamos, estábamos hasta las tantas cantando en la azoteina, o en la Cruz, con las guitarras de nuestros amigos, los mejores del mundo, jugando y contándonos cosas de la edad, y ligando, tonteando... luego llegábamos a casa , siempre más tarde de la cuenta y bronca!!!... ".....encima vienes del parque???... te he dicho que allí sólo se ven pocas verguenzas!!!...y tanto!!!... anda que no nos gustaba espiar a las parejinas!!... y qué bonitas, aquellas primeras sensaciones en tu barriga, al mirar sus besitos y abrazos con envidia!!!!

No puedo recordar, por mi edad, el tiempo en el que el Kiosco de la música se usaba, frecuentemente, para dar conciertos con orquestas y bailes en el parque, pero gente de otra época han debido pasar ayer una noche fantástica, llena de recuerdos.

Felicito a los que han hecho esa obra, que ha quedado preciosa, una restauración casi fiel a lo que fue y que se siga disfrutando en Valencia durante muchas y muchas generaciones.


Ayer no estuve porque fuimos a ver Medea al teatro de Mérida.

Yo suelo ir todos los años, a pesar de ser bastante reacia a nuevas adaptaciones de clásicos ( me gusta el pan, pan y el vino, vino) y que me rechinan los anacronismos, pero anoche pasé uno de mis mejores momentos en el teatro como espectadora.

Me vine enamorada de la interpretación de una mujer como Blanca Portillo, a la que yo ya admiraba de tiempos atrás ( impresionante tambien en "Todo sobre mi madre") y en general de todos los actores y de la obra en si, de la música, de los bailes, de la plenitud de ese fantástico escenario , siempre lleno de vida, de luces, de efectos especiales, de sombras, de sorpresas..... somos afortunados, ya que aunque estemos en este rinconcito tan apartado del mundo , también nos queda la posibilidad siempre de, en poco tiempo, conocer sitios y obras maravillosas.

Ayer vino mi hermano maravillado con el convento de Tomar... y sólo está a ciento y poco de kmts de aquí.... y tantos y tanto lugares que podemos visitar en un día y volver!!!

Merece la pena, aunque ahora quizás, en estos tiempos de crisis, tengamos que priorizar en nuestras vidas.... estoy segura de que todo volverá a su lugar!!! tiempo habrá!!! .

haber si el kiosco de la musica hace honor a su nombre por que de conciertos en la zona andamos justos siempre.

Acabo de ver las fotos de la ianuguracion e la azoteina en el blog de pilole. bonitas fotos, a ver si el ayintamiento se pone las pilas y lo utiliza

andamos justos porque en valencia somos como somos y cuando hay alguna cosa no va nadie y cuando no la hay protestamos

Solo falta buena orquesta.

Idoneo para animar el botellon.

ok

También se utilizó la parte de abajo del quiosco como escuela. El mismo Don José Plaza impartió clases allí.

Goyi, como te llevo unos añitos, te digo que yo bailé al son de la música de ese lugar, no en mi juventud, creo recordar que se disolvió antes, sí en mis primeros años de adolescente.

La orquesta que tocaba era la municipal de Valencia, de ella sólo recuerdo a un señor que le llamaban FRANCHUTE, creo que tocaba el trombón.

Fue una pena que desapereciera esa orquesta, cada domingo daban unos conciertos estupendos en el Paseo de Abajo. Después, los jóvenes de entonces,tuvimos que conformarnos con LA ACERA DEL AMOR por cercanía y con otros conciertos...... (los guateques)

Vaya vida que había entonces en el pueblino, conciertos, bailes en La Unión, Artesanos, El Contrasta, El Portugués, El Chimenea y después también La Pista.

Quizás la iniciativa del Kiosko sea un motivo para crear una nueva orquesta o, al menos, que en el actual inaugurado, den conciertos de tanto en tanto claro que...., como bien dices, el momento de crisis manda.

Un besote. Nívea.