Valencia de Alcántara - Caceres

A LA FAMILIA DE LA CALLE GASCA MAYORAL GALAVIS

Habría querido pediros permiso para hablar de vosotros en mis recuerdos de la calle Gasca, pero amparándome en mi libertad de expresión, en el respeto que os tengo y en la confianza silenciosa que creo ser merecedora, permitidme que salga a la luz pública vuestros nombres, ya que fueron parte muy integrante en mi formación como persona:

Cuando hace 9 años fui al pueblo con la timidez de quien cree ser rechazada, solo me vino a mi cabeza, una persona que estaba segura siempre me esperó: vuestra madre. Y así fue.
DOÑA. ISABEL:
Cuando frente a su casa aparecimos nosotros en aquellas circunstancias malas, fue UD. La primera persona que nos trajo unas mantas, y velas, yo la recuerdo como EL ANGEL, para mí sigue siéndolo. Si puede escucharme, quiero agradecerle todas las cosas que aprendí de VD., y que me marcaron para toda la vida. Mi maestra…cuando desde el primer día que nos ayudó, “marcó carácter como un sacramento en mí”. Nunca dejé de subir a su casa, cuando desde la ventana de enfrente, si tenían la suya abierta, les llamaba a gritos y simplemente le pedía que me dejara volver a ver las caritas de mármol de Gabriel y Paquito. Me sentía tan importante cuando UD. amablemente me decía: sube, sube a casa, y ten cuidado con las escaleras. La preparación física mía para ir a su casa era ir bien peinadita, me aplastaba con las manos en saliva el pelo, me alisaba el vestido y pena de no tener para cambiarme. Pero nunca me decía nada, cuando subía sus escaleras, que tenían hasta luz de bombilla, me recibía no como si yo fuera una princesita, no, es que UD. ERA UNA REINA; me peinaba con un peine, y recuerdo siempre que guardaba un lacito blanco que me lo ponía y hacia una lazada preciosa, llevaba el lazo con un orgullo que apenas movía la cabeza para que no se deshiciera, y yo soñaba ser su hijita. Las cosas que aprendí en su casa las llevaré siempre conmigo. Le gustaba decirme: “tienes que ser más señorita”, que a diferencia de lo que yo solía escuchar, me empezaba a surgir el afán de superación. Cuando en su cocina, trabajaban machando aceitunas para casa y ese aparatito de madera con unas láminas que cortaba la aceituna verde, y una señora que le ayudaba, no recuerdo su nombre, me animaba a hacerlo, y Ud., le decía: aún no, que es muy pequeña, primero hay que enseñarle a leer. ¡Ay leer!, cuando supo que no sabía ni las vocales fue ella la primera que me las enseñó ¿cómo voy a olvidarlo? Los cuentitos que me enseñaba en la habitación que miraba para el Baile Portugués, iban llenos de literatura de la buena. ME HABLABA DE GABRIEL Y GALAN
Como si fuera un niño por ella conocido tiempos atrás, de una niña que por ser buena se le apareció la Virgen en un pueblito cercano, La Codosera…me daba un miedo si a mi se me apareciese algún día, con lo miedosa que yo era…nunca se lo dije para no molestarla. Muchos recuerdos, querida madre postiza. El arrocito que me guardaba…
Pero como toda amistad, se sella con algo, yo me llevé de esas enseñanzas un poema que poco a poco llegué a memorizar entero, y no sabía leer…EL PASTORCITO DE GABRIEL Y GALAN:
…He dormido esta noche en el monte
Con el niño que cuida mis vacas
Y en el valle tendió para ambos
-el rapaz- su única manta…….
Y seguía con la poesía porque cada día que iba había otra estrofa nueva, hasta acabarla, y era muy larga. La de veces que yo le decía a gritos de ventana a ventana ¡adiós, señora Isabel ¡y contenta me iba hasta el Regato Peje o más allá. Nunca se lo dije porque tenía miedo que dejara de quererme, porque yo sabía que era malo lo que hacía. Pero esta bella SEÑORA ERA SABIA…. Mi Ángel de la Guarda, le debo todo.

D. ROMAN, los silencios sabios, y lo bien que me explicaba la vida de los pajaritos que tenía arriba del todo parecía llegar al cielo, se veía tan cerca. Gracias DON ROMAN.

Gabriel, gracias porque me dabas un ejemplo que en la distancia Yo sabía que ir con tantos libros bajo el brazo, tanto trabajar, se llega lejos, y que nadie te regaló nada.

Mi niño de ojos grandes, de carita redonda, de pestañas largas…
Si no te nombro en este foro tú nunca habrías sabido que fuiste el modelo a mis ojos de 7 y 8 años de cómo debe ser un novio, guapo, listo, con libritos bajo el brazo mientras los golferas del barrio hacíamos travesuras, cuando bailábamos en la sala de mi casa todos al compás de la orquestina del baile de mayores de enfrente, y yo siempre con la ventana abierta por si “al cruzar tú el salón de tu casa te podía ver” fuiste el niño más controlado por la vecinita de enfrente que hay en la tierra. A los otros yo les decía que eras “mi novio para toda la vida” y que tu mamá te había enseñado todas las poesías de Gabriel y Galán, por eso llevabas tantos libritos bajo el brazo. Yo decía que naciste sabiéndolas, porque eras el más listo, pero no podías bailar con nosotros porque los señoritos solo estudian…y más cosas de niños… pero como si fuera ayer lo recuerdo.

No te he vuelto a ver, ni sé nada de ti, pero cuando fui al pueblo hace 9 años, abracé mucho a tu mamá y le dí todos los besos que yo le debía, y le dí un abrazo fuerte para Paquito, que fue mi novio imaginario. Lo que se reía tu mamá cuando le contaba estos chismes. ¿No te lo ha dicho?
Cuando yo estaba en el internado, y algunas veces nos llevaban al Museo del Prado, todos los angelitos de MURILLO, TENIAN TU CARITA.

Le pido a Dios, os dé con creces todo lo que en mí habéis sembrado, que fue mucho y bueno.

Un abrazo de TOÑI,

Leioa, 26 de agosto del 2.008

Hola Toñi, acaba de enviarme mi hermano Gabriel tu escrito sobre mi familia ( Mayoral - Galavis)lo he leido con mucha atención y creo que merece por parte mia y en nombre de mi madre un amplia contestacion, ahora estoy de vacaciones, pero no dudes que desde mi residencia actual - Barcelona te enviare un escrito en el vierta todo mi cariño a tu escrito.

Un beso

Francisco Mayoral Galavis ( Paquito)

P.D. mi direccion de correo es pmayoral@ingeatec.net
enviame tu direción asi te hare legar en provido mi contestacion
Gracias