Valencia de Alcántara - Caceres

Quiero desde aqui nuestro foro valenciano agradeceros a todos los que habeis leído mi artículo de la revista de ferías 2008 ,ha sido una sorpresa agradable el haber llegado a todos de una manera tan emotiva como vosotros mismo me habeis demostrado.Leyendo esos recuerdos asi mismo entrañables de regatito se hace una similitud conlo que yo cuento,pues , se recuerda al señor Zacarias y a su mujer Anita por ello invito a todos los que no hayais leido mi articulo os metais en la página del ayuntamiento picais ferias 2008 y alli lo encontrareis en artículos.Es bonito recordar desde diferentes calles aquel vivir cotidiano que todos de alguna manera añoramos.

Hola, he estado leyendo tu articulo, que preciosidad, me has emocionado y no he podida contener las lagrimas, lagrimas de nostalgia, tengo 30 años y sali del pueblo cuando tenia 12, no he dejado de ir un solo año, y no hay un dia que me acuerde de cada rincón del pueblo.

Que morriña!!!

A la autora de la añoranza. Lo he leido despacito, como suelo leer lo que me gusta. Como saborear el mejor de los platos, despacito, con la sonrisa medio llorona, con la ternura que despiertan tus recuerdos de juegos, de la gente...
...en mi fuero interno, había un nombre que recordaba, una tienda que junto a la pastelería la sigo oliendo, podrís describir ese olor tan especial, un nombre que no sabía donde estaba situado en el recuerdo,
GRACIAS A TI HE HECHO EL PUZLE:
....LOS PALOS DULCES DE LA DROGUERIA DE CASARES...
ya estoy llorando, seré boba?
Bueno, te diré que acabo de hacer 60 años y también te diré que muchas cosas de esas como los juegos, a excepto del INQUE a la pata coja, no me llegan, (YO ERA UNA PEQUEÑA PLURIEMPLEADA DE LA VIDA). Pero podía acceder a los palos dulces del sr. Casares, con su batita. Es la tienda donde sacas muchos elementos de la vida: el olor de la tienda desde la calle, la textura de esos palitos que procurábamos que el nuestro no tenga los nuditos para que cuando en la boca "ibas masticando desde el principio poquito a poco, se iba formando unna bola de paja sabrosa que procurabas no se callera por las comisuras y sorbias con fuerza para recibir todo el sabor que na naturaleza hacía así de natural y hermoso y sencillo para el deleite de los niños que no podiamos comprar otras cosas. El sr. Casares se llevó la mejor de las sensaciones de mi parte, su recuerdo para siempre, aquella voz, aquella actitud cuando te acercaba la caja de los regalices, llamados creo que PALOLÚ.
QUÉ sencilla es la vida cuando se ven con los ojos de 7 años.