Valencia de Alcántara - Caceres

Conozco un jovencito que ha cumplido 100 años en Junio.

Este invierno se ha cogido , él solito, más de cien kilos de aceitunas, acarrea leña para la chimenea, recoge omates y siembra su huertina, se toma sus vinitos cons en sus vecinos , en ese pueblo precioso de Las Casiñas de V. de Alcántara, y siempre está dispuesto a hacer un favor a cualquiera.

Aunque nos llevamos muchos años, siempre he visto en sus ojos y en su cara una dulzura especial, de buena gente, de gente que también ha luchado mucho por esta tierra, y que ha sufrido mucho por esos caminos para sacar a sus hijos adelante..... ! es tan duro vivir una vida tan larga en una de las zonas más pobres de España!....

Ahora está un poquito malito y lo han operado, además ha sufrido el dolor más grande que puede recibir un ser humano: la muerte de sus hijo. Por eso Manuel ya no va tan erguido, ni se monta alegre en su burrina para echar una mano a su hija viuda, con la que vive, con su sombrerino y saludando a todo el mundo.

Cuando viene al médico, pide mil veces disculpas por " molestar".... ¿ molestar?, le digo. Manuel si todos fuéramos como tu, los sanitarios estaráimos todos en el paro!!!!.

Lo que yo quiero, Manuel, es que te pongas bueno, que los tuyos que te adoran, disfruten de ti, que vuelvas a cargar tu haz de leña, a recoger tus patatas, pimientos, tomates y aceitunas, y recuperes aquellas ganas de vivir que la ausencia de tu hijo, se ha llevado brutalmente de tu lado.


Un abrazo para él y toda la Campiña de Valencia

Se llama Manuel de la Cruz, pero todos le conocen como " el tio Estrigas"

Goyi. No tengo la suerte de conocer a D. Manuel de la Cruz, "el tio Estrigas" pero vaya mi respeto y todo mi afecto a él, a su familia que lo estará pasando mal y a ti que eres buena.
Yo trabaje 25 años en una Residencia Asistida donde la mayoria eran vascos, pero habia un 40% aprox. de todas las provincias. Curiosamentem debido a la cantidad de extremeños mayores que viven aqui con con "mayores", cuando les llega el momento sobre todo por enfermedad, demencias, invalidez etc. tienen derecho a una plaza que por cierto es muy dificil desgraciadamente entrar el , porque es de la Diputacion y claro, tiene todos los beneficios y mejoras que una privada no puede. Cuando he tenido puesto de responsabilidad, y al recibirlos enseguida les notaba, de donde procedian y no me equivocaba los extremeños son especiales, son como tu has descrito a D. Manuel, pero a mi me recordaba a mi abuelito por "por el mapa de arruguitas en la cara, sus miradas al frente, la gorrita, etre las manos temblorosas dandole vueltitas con dificultad, y cuando hablaban... ese acento "castúo" perfecto, de palabras para mí ya olvidadas, me traían a mi cabeza a mi abuelo MANUEL. (que murió según me dijo la familia de Valencia el mismo dia que un hijo mío se fue al cielo, mi niño azul, un 27 de sept.). Yo siempre tuve con esos extremeñitos de mi residencia esa caricia de mas, ese beso sin venir a cuento, ese sentarme a su lado y decirle: cuenteme cositas de su pueblo, que yo me imagino que es el mío, y esa mirada intentando reconocerme... son tan bellas esas miradas y entonces uno se arrepiente de no haber hablado más con ellos, de no haberles besado más sin venir a cuento, de no haberlemirado directamente a los ojos acariciardo sus manos... ellos no piden más. MERECEN MUCHO, Y DESDE AQUI MI HOMENAJE Y RESPETO A SU FAMILIA Y A TI GOYI, QUE ERES UNA SANTA. A VER SI SALE ADELANTE.

EL SEÑOR D. MANUEL MORATO CON NOVENTA Y TANTOS AÑOS, HACIA LA CARRERA DE PUERTO ROQUE A LAS CASIÑAS Y CON SU GORRA EN LA MANO, IVA SALUDANDO A TODA LA GENTE.

En la Campiña de Valencia, en uno de los pueblecitos más pequeños pero más bonitos, vive una señora, ya mayor, que se llama Josefa.

Vivió su infancia y juventud en condiciones de pobreza extrema, la época de las vacas flacas fueron para ellos de muchos y muchos años..... todoa la vida. Cuando se casó, su situación no mejoró y lo poco que ganaba su marido como jornalero, mal les llegaba para irse manteniendo los dos... a duras penas...

Fueron naciendo los hijos y la situación empeoraba, Josefa no podía trabajar, su marido poco, y un día , después de Josefa tener a su cuarta hija, su marido la entregó al Hospital para darla en adopción. Fue un dolor muy grande para una madre, que nunca se repuso de la pérdida de su hija tan querida.

Por su parte, la hija fue adoptada por una familia que solo le dieron una casa, pero nunca un hogar, ni el cariño de unos padres, nunca le comunicaron que era adoptada y ella no supo nada hasta la muerte de los dos. Entre los papeles escondidos en algún lugar de la casa, encontró el nombre de su verdadera madre e inmediatamente se puso a investigar, emocionada y comprendiendo, por primera vez en su vida, el porqué de tan poco amor y cariño por parte de los que creía sus padres.

En el pueblecito siempre se habló de la niña de Josefa como " la perdida", simbolizando con este nombre la verdad del dolor de Josefa. Un día, treinta años después, alguien llamó al bar de Juan y le dijo que buscaba a tal señora... como todos conocían la historia, Juan inmediatamente supo de quién se trataba y la puso en contacto con uno de sus hermanos....

A partir de ese día, Josefa ha recuperado el amor de una hija que la miseria y el destino robaron de su lado injustamente, además de tener el amor y el cuidado de sus otros hijos, sobre todo el que vive con ella, que la cuida y la mima con primor.

Así me lo contaron dos grandes personas y Josefa, en uno de mis descansos en el bar de Juan, sentada junto a la chimenea, mientras trabajaba.... hace poco tiempo que los dejé, pero tengo tantas saudades de esos momentos, de esa gente maravillosa y de sus historias al calor del Hogar!!!!!.

Un beso para todos ellos . Goyi.