Esta foto-postal de
Carpintero, calculo que sería de los años cuarenta, es fantástica.
Muestra un instante de un tiempo pasado que si os fijáis durante un rato, casi podéis sentir ese momento...
El carruaje de tiro animal, según lo muestra la instantánea, se marcha mientras el moderno vehículo a motor entra; una preciosa forma de plasmar la evolución o el paso del tiempo.
Coches que, en su mayoría, disponían de chofer y sólo las familias más pudientes podían contar con ellos.
Los tejados, carentes de antenas de televisión, muestran en cambio las varillas verticales para la onda media de las populares antenas de radios a válvulas de entonces.
Y ese un nutrido y variopinto grupo de personas, antepasados nuestros de diferentes edades, merodeando por la calle como si de un paseo se tratase: las señoras con sus cestitas, niños cogidos de la mano, el perrito al lado del coche (supongo que ladrando al extraño aparato) y, claro, el sempiterno guardia municipal parado en medio de la calle y atento a lo que allí pasa. Preciosa.
A ver si conseguimos cubrir la calle con imágenes, sería estupendo.