Valdemorales - Caceres

hay que risa,tia Luisa

quien ganara,estoy con unos nervios

Es un pequeño pueblo asentado en lo más profundo de un valle, que conserva diseminados algunos buenos ejemplos de casas populares con sus singulares pórticos que atrae mucho la atención del viajero. El uso tradicional de la piedra granítica como elemento constructivo se aprecia en construcciones con contrafuertes y arcadas de sillería. La silueta de su iglesia parroquial se dibuja en el horizonte como elemento identificativo. Este pueblo fue durante siglos ruta desde el vado del Guadiana hasta Cáceres y el vado del Tajo. Enclavado en un valle o desfiladero, el Valle de los Morales fue una continua ruta de comerciantes y ganaderos en la cañada que sube desde la Baja Extremadura, por Cornalvo y Mérida, hacia Castilla. Contiene su pasado en la huella que dejan los árabes, que puede apreciarse en la arquitectura urbana de las casa, en las bóvedas de tipo mudéjar, de ladrillo visto, en los restos de la fortaleza vigía de Castilijillo y en las construcciones para la explotación agropecuaria, como los molinos. En el siglo XII, con el rey Fernando II, Valdemorales perteneció a la Orden Militar de Santiago para garantizar su repoblación.

SUS RINCONES

Valdemorales, 'Valle de los Morales', está escrito en el antropónimo de los 'corcheros', porque era tradición que de padres a hijos se transmiten el oficio. El viajero lo identifica por sus bodegas y bellos rincones, en la iglesia parroquial de San Andrés, de estilo barroco, construida en el siglo XVII y con un retablo del XVIII. Se reconstruyeron sus bóvedas y arcos en 1977, precisamente con la ayuda y manos de todos sus habitantes.

SUS FIESTAS

El patrón del pueblo es San Andrés, que se celebra el 30 de noviembre, y la patrona, la Virgen del Rosario, festividad que se conmemora el primer domingo del mes de octubre. El conocido como Domingo Gordo, es cuando los lugareños celebran una romería en honor a San Cristóbal. Hay fiestas que ya existían con los vetones que poblaron los sitios de 'Villareja', el 'Castilijillo' y la Sierra de San Cristóbal, hace ya 2.500 años; unas fiestas del equinocio de otoño, que servían para celebrar el momento mágico del año en el que los días se igualan a las noches. Las denominadas 'candelas de octubre', que se conocen como fiestas de la Virgen del Rosario, y que el viejo imperio de Felipe II justificó como conmemoración de la batalla de Lepanto. Durante estos días de fiesta, el viajero puede disfrutar en la localidad de dulces típicos como es el piñonate, que se conoce por los lugareños como 'la cagalutá', o la manga de gitana. También se pueden degustar las migas, las sopas, los vinos de pitarra, los higos... Es un lugar que se encuentra en el triángulo de oro como es Mérida, Cáceres y Trujillo, lo que hace posible que el viajero se acerque a visitarla

fuente-https://ww.hoy.es/prensa/20061104/prov_caceres/rincones-historia-para-descubrir_20061104.html

bonito de verdad