Valdeíñigos - Caceres

Valdeíñigos


Vivimos con humildad en este pueblo sencillo, tranquilo y hospitalario y más cosas que no digo.

Y otra cosa más tenemos que no falte de nada, las fiestas de nuestro pueblo siempre acogidas con ganas.

Y de fiestas comenzamos la primera San isidro Patrón de este pueblo nuestro trabajador sencillo.

La otra La Inmaculada para limpiarnos el alma de faltas que siempre hacemos y no nos sirven de nada.

Ella esta majestuosa presidiendo el altar, de esta Iglesia chiquitita e invitándonos a entrar.


Pero dejemos la Virgen para recorrer la finca que un día casi nos dieron para aliviar nuestra vida.

Sembramos muchos productos tabaco, pimiento, y huerta, cuidados con mucho esmero, regados con nuestro río Tiétar.

Con el paso de los años pocas cosa han cambiado, seguimos labrando tierra mayores y avejentados.

Seguimos contando historias, historias con final amargo, porque el trabajo en el campo nunca cambia demasiad.

Y la historia se repite y un año comenzamos con la ilusión por los suelos, sabemos el resultado.

Pero como la esperanza es lo único de perder, vamos a ser optimistas y dejar el río correr.

Y creo que antes le he dicho el nombre del río del Tiétar, apacible y muy tranquilo para regar nuestra tierras.

Tierras que un día fueron todas ellas una dehesa, hoy son de regadío se lo debemos al Tiétar.

Y también un gran Pantano que Rosarito se llama, de él tenemos su agua que siempre nos hace falta.

Otro río llamado Tajo ayuda a veces al Tiétar, y todos juntas sus aguas para salvar la cosecha.

Y así conseguir al fin que el esfuerzo y el trabajo, terminen con esperanza para volver otro año.

A seguir contando historias casi siempre ilusionados, de un trabajo que al final solo nos da desengaños.

Pero volvamos al pueblo pequeño y dicharachero, sosegado y muy tranquilo, se respira hasta el silencio.

Tiene Iglesia, Ayuntamiento, cuatro colegios y una fuente, mucha cosa no es que sea o tal vez la suficiente.

Casas de paredes blancas, anchas calles que envuelven en nostalgia y en silencio, algo que aquí siempre tienes.

A sus pies el Río Tiétar se desliza suavemente, acariciando este pueblo diciendo adiós a la gente.

Y en este teje manaje algo se me esta olvidando, decir el nombre del pueblo, del primero ya lo he dado.

La idea del nombre fue del constructor que lo hizo, D. Antonio Valdés se llamaba y el ofreció su apellido.

¿Parece poco? Decía, buscó y pronto encontró al dueño anterior de esta finca, antes llamada el Matón.

El apellido ¿imaginan?, era, por supuesto, Índigos, y lo juntaron los dos como un juego de chiquillos.

El juego termino así:
Valdés junto con los Íñigos, si lo observamos muy bien ya nos queda Valdeíñigos.

Pero como todas las historias tienen principio y final, si les parece, dejamos ésta para recordar.

Cincuenta y pico años plasmados en esta historia cariñosamente escritos, metidos en la memoria.

Y en mi pueblo querido mi vida así ha transcurrido.

Bueno, aquí he llegado al final de esta historia que sin duda es la historia de un humilde, sencillo y maravilloso pueblo llamado Valdeíñigos.


Valdeíñigos 5-6-2005

Quedó bien la historia de nuestro pueblo con un poco de poesía, la verdad que no sabía la historia de la imbección del nombre; es un pueblo pequiñito, sencillo pero por supuesto es maravilloso.

Pueblo de colonizadores que poco a poco se va haciendo un huequicito en la geografía española. Haber si seguimos así y en poca tiempo obtenemos la independencia igual que pasó con otros municipios.

Un abrazo muy fuerte para todos los matoneros.

Viva San Isidro y La Inmaculada.

un saludo para todos y un beso para ruben ivan y a toda la familia lanciano

Kien eres

HOLA SOY UN LANCIANO,TE MANDO SALUDOS PERO DI KIEN ERES.