Criahijos El sol pegaba de lleno sobre un suelo de canchales, que todo el mundo pisaba sin que se librara nadie. Un charco muy natural que el rio lo fué formando, nos sirvió para bañarnos y además pasar el rato. Era el charco de Criahijos de los pocos que teniamos, para podernos bañar cuando llegaba el verano. Desnudos como nacimos y sin mayor miramiento, en el agua nos metiamos todos la mar de contentos. Después de algunas brazadas y de haberte refrescado, te tendias en los canchales a secarte lo mojado. No faltaba alguna vez la presencia una mujer, que al verte tan desnudito te llamaba no sé qué. Ningún caso que le haciamos, y para darle más rabia, nos metiamos y saliamos por ver si asi se calla. Éramos adolescentes que por culpa de la edad, no podiamos comprender ése modo de rabiar. jacintoP. |