Pequeñas Histerias Yo conoci en mis años de juventud,a dos peronas del Pueblo que vivieron de forma muy semejante con el único objetivo de la supervivencia que lo era todo en aquellos tiempos. El, era un hombre menudo y con las caracteristicas fisicas y la vestimenta común de todos los demás vecinos del Pueblo.Solo,y sin más ambición que el pobre sustento diario,su vida transcurria de la forma más monótona que cabe imaginarse. Creo que contaba como única propiedad,un pequeño corral muy próximo a la Iglesia del Pueblo,y una Vaca que es la protagonista de esta historia.Una vaca a la que cuidaba y mimaba del mismo modo a como las madres-todas las madres-cuidan a sus hijos. Todos los dias sin faltar uno siquiera,podiamos ver a éste buen hombre que salia con el animal atada con una soga y guiada por el mismo en busca de aquellos sitios donde la naturaleza hubiera sido más generosa para darles un poco de hierba como comida. Con la leche que ordeñaba a diario,y algun ternero que le nacia,fueron sus únicos ingresos para el vivir cotidiano sin tener que pedir nada a nadie.Dificil pueda ser muchos comprendan hoy esto,pero si alguno tiene duda alguna,sé ciertamente todavia quedan personas que son testigo de cuanto digo. No faltó tampoco una mujer que vivió de la misma manera con la diferencia de que la protagonista no fué una vaca,sino una cabra. La conoci muy de cerca,y aún recuerdo de manera un poco nebulosa,que vivia con su madre de la que no conozco otra familia.Esta murió muchos años atrás,y ella,soltera y con una pequeña casa donde vivia,tuvo que ingeniárselas para el sustento de cada dia. Con una cabra que tenia-una,solo una-fué lo suficiente para que aquella mujer hiciera frente a la vida durante muchos años.Era como hemos dicho,el único tesoro que tenia,aquella que le hacia pasar el tiempo con alguna ilusión,la ilusión de que siempre les daba buena leche para vender,y algún cabrito con el que aumentar sus pocos ingresos. A donde quiera que iba,nunca iba sola,iba acompañada de aquella que era su única familia,aquella que además le permitia ir malviviendo.La podiamos ver por las tardes,llevando siempre bajo el brazo ua carga de ramos de olivos u otra clase,para que aquella,su única compañia,no le faltara que comer. Aparte de la entrega totál que tuviera hacia quién era todo para ella,también ha de decirse fué una mujer servicial dispuesta para cualquier menester.La recuerdo en mi casa sentada muchas veces,y de la manera más diligente siempre dispuesta para hacer cuantos recados mi madre le encomendaba. Es cierto que entonces no se disfrutaba de pensión alguna ni otra ayuda,pero también es cierto que de poco se quejaron y mucho,muchisimo se sacrificaron. Vaya mi recuerdo para los:él,tio Juan Guaja:ella,Segunda. jacintoP. |