Esmeralda. Los años iban pasando sin darnos cuenta siquiera, y aquella que niña fuera pronto se hizo mujer. Hoy ya se viste de largo como todas las mujeres, y sus contornos reluce que mirándola entretienen. Con ella sigo saliendo conservando la amistad, y cada vez que la miro cada vez me gusta más. Es coqueta y zalamera, tiene gracia por arroba, y aquél que se acerca a élla de la misma se enamora. A muchos les da palique, a nadie deja de hablar, y todos los que se acercan ilusionados se van. Qué tendrá ésta muchacha, qué tendrá que a todos guste, qué tendrá que aparte guapa hablar con ella nos guste. Esmeralda se la llama, por Esmeralda responde, y a ninguna como a élla la quieren tanto los hombres. Cada vez que estoy con élla sin poderlo remediar, cuando en sus ojos me miro cada dia me gusta más. jacintoP. |