Torrecilla de los Ángeles - Caceres

Cuando se abre la puerta
de la Ermita donde duerme,
parece que de su cara
una sonrisa desprende.

Parece siente alegria
el que se acuerden de Él,
y que una vez cada año
todos lo podamos ver.

Entre cuatro me lo llevan,
y por el Pueblo pasea,
a éste Cristo solitario
que todo el año lo espera.

Qué emoción siente mi alma
cada vez que yo lo veo,
para poderle decir
lo mucho que en ti creo.

Asi es el Cristo mi Pueblo,
mi Pueblo que es Torrecilla,
asi le reza la gente
que ante el mismo se arrodilla.


jacintoP.

Hoy Torrecilla despierta
para celebrar su Cristo,
hoy todo el mundo descansa
con sus mejores vestidos.

A la Ermita se dirigen
todos los que son creyentes,
para sacar ese Cristo
todo el año tan ausente.

Lo pasean por el Pueblo,
me lo llevan en volandas,
y asi me lo zarandean
que gusto me da el mirarlo.

A la llegada a la plaza
donde mucha gente espera,
se detiene por un tiempo
y se echa la bandera.

De entre la gente se sale
alguno más atrevido,
y me la coge y arrolla
girando en ambos sentidos.

Al estar el suelo limpio
tal vez no levante polvo,
porque me acuerdo otros años
tener que cerrar los ojos.

De tanto echa bandera
en mis años conocidos,
me acuerdo tio Zajoril
que fué siempre el preferido.

Por el mástil la agarraba
sin importarle su peso,
y muchas vueltas le daba
que también barria el suelo.

Ay que ver tio Zajoril
de qué modo me la echaba,
que al ser pequeño de cuerpo
la bandera lo tapaba.

Acabada la función
y la gente complacida,
se inicia la procesión
y lo llevan a su Ermita.


jacintoP.

!!Muy bien D.Jacinto P.
por su poesía sobre el Cristo¡¡

Persona mejor no vi
que moviera la bandera
de tan diversas maneras
cual lo hiciera ZAJORIL.

No sigo Jacinto P.
porque si sigo me atasco.
Siempre echaba la bandera
en el Cristo y en San Marcos

Torbisca43

Muy bién Torbisca eso que escribes.


Desnudo sin más vestido
que el que tapa las verguenzas,
sale éste Cristo a la calle
para que todos lo vean.

En silencio lo pasean
con profunda devoción,
personas que son creyentes
de éste Cristo Redentor.

A su paso por las calles
camino la procesión,
las gentes que está en sus puertas
se arrodillan con fervor.

Algunos emocionados
ante tan Grande Señor,
no pueden sino llorar
y al que le piden perdón.

Ése perdón que pedimos
en algunas ocasiones,
y momentos que sufrimos
por olvidarnos de Dios.


jacintoP.