Santibáñez el Bajo - Caceres

Este articulo de opinión es de FELIX BARROSO GUTIERREZ,que en el día de hoy 7/6/2017,a salido publicado en EXTREMADURA PROGRESISTA

En octubre de 1934, amplios sectores del PSOE y la UGT en pleno forman alianzas obreras y declaran la huelga general revolucionaria contra el gobierno radical-cedista. El pistolerismo fascista iba en apogeo y se temía que la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), cada vez más cercana a los postulados totalitarios de Benito Mussolini, actuara como sus conmilitones del gobierno austríaco presidido por Engerbert Dollfus. Este canciller socialcristiano, ante ciertas protestas y manifestaciones socialistas, mandó bombardear los barrios obreros de Viena en febrero de 1934. El líder cedista José María Gil Robles y Quiñones de León se había envalentonado con la subida al poder en Alemania (enero de 1933) de Adolf Hitler y cualquier cosa era posible. Personajes con tanto peso en el PSOE como Francisco Largo Caballero o Indalecio Prieto Tuero se comprometieron en cuerpo y alma con la huelga general, pero otros, tal que Julián Besteiro Fernández, se oponían a ella.

El paisano Filomeno Calle Esteban presidía por aquellas fechas el sindicato local “El Despertar”, que trotaba como perro faldero a la sombra de la socialista Unión General de Trabajadores (UGT). Había llegado a este chato planeta un 14 de noviembre de 1898, siendo la festividad de San Alberico y Santa Trahamunda. Hijo de Ti Francisco Reyes Calle Paniagua y de Ti Camila Esteban Sánchez. Pertenecía a la familia de “Loh Cuchilléjuh”, antiguo apodo que ya ha desparecido por completo en el lugar, y era un pequeño campesino que subsistía a duras penas en aquellas agrias tierras rayanas con el río Alagón. Había salido escaldado de la huelga general campesina de junio del 34, reprimida violentamente por el Gobierno derechista y, ahora, cuatro meses después, se le pedía volver a alzar las barricadas.

Los ánimos estaban muy caldeados pero había mucho miedo ante una coalición gubernamental que mentía con la desvergüenza, descaro y frialdad propios de los rancios partidos conservadores, vomitando retórica a grandes dosis. Los escasos afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y los republicanos de la comarca no estaban por la labor y Filomeno no se sentía con autoridad para embarcar a los militantes de su sindicato en azarosas aventuras. Enseguida encontró la excusa necesaria. Reunió a los suyos en un viejo salón de baile y les habló con lo que él creía que eran palabras medidas y sensatas.
“Moh han pidíu, compañéruh, que moh sumémuh a la huelga general, peru al mi modu de vel lah cósah no están clárah, que no toa la izquierda eh conformi y yo leh he dichu que el meh de otubri eh el ménuh indicau pa il a la huelga, que anda la genti liá con la simentera y no se puedi perdel el pan de tó un añu. Asín que leh he mandau dicil que la atrasin, que la atrasin, que pa nusótruh eh un ehtravíu y que no puedi sel, y lo que no puedi sel no puedi sel, y con ehtu ehtá ya tó hablau”.

Y el nieto paterno de Ti Manuel Calle Paniagua, natural del pueblo de Ahigal, y de Ti María Paniagua Montero se quedó más ancho que Pancho al soltar aquel conciso mitin. La huelga general revolucionaria, que incendió algunos territorios nacionales, sobre todo la provincia de Asturias, fue ahogada en sangre. Los represores, azuzados por la prensa conservadora, fundamentalmente por el ABC y “El Debate”, cuyos ejemplares repartían e incluso regalaban las Juventudes de Acción Popular (JAP) y de Renovación Española, desempeñaron bien su papel. La derecha hacía gala de su cinismo histórico. Gil Robles ya lo había advertido en la campaña electoral de 1933: “Llegado el momento, o el Parlamento se somete o lo hacemos desaparecer”.

Tiempos convulsos aquellos. ¿Se parecen algo a los nuestros? Tal vez no anden sueltos los pistoleros de la patronal y del fascismo por las calles, pero otros fanatismos convierten en bombas volantes a los hombres y siembran el terror allá por donde van. Quizás no hayan surgido todavía líderes filonaZis que bombardeen barrios obreros y siembren Europa con campos de exterminio, pero la extrema derecha va en auge y no es extraño que, de un momento a otro, asalte el poder. Puede que no haya tanta hambre de tierra y de pan (la caridad y el trabajo de muchas ONG,s. camufla lo que debería ser Justicia Distributiva).

Con todo y ello, los contratos basuras que generan la precariedad laboral y que ahora reparten entre cinco lo que antes cobraba un solo asalariado ponen en solfa las eufóricas cifras sobre el paro y la economía que nos canturrean y sermonean la andaluza Fátima Báñez García y el madrileño Luis de Guindos Jurado, ambos conocidos machacas del PP. Y las ansias de libertad, de romper esposas y cadenas, se palpa bajo el rumor de los cuatro vientos, aunque la derecha, la que cree con fervor religioso en el libre mercado pero no en las libres libertades reales, corta, acalla y coarta los gritos de la gente con sus leyes mordazas y sus manipulaciones oscuras y pegajosas en las cloacas del Estado. Y si no sale con la suya y llega el caso, tiene pocos escrúpulos en meter los caballos en el Congreso, o llenarlo de tricornios, o armar alguna que otra “sanjurjada” o sublevar a guarniciones y leer bandos de guerra en las plazas públicas de las capitales de provincia.

Ti Filomenu “Cuchilleju”, nieto materno de Ti Gabino Esteban García y de Ti María Sánchez Montero, encontró una excusa perfecta para no sumarse a la huelga general revolucionaria que pretendía poner en jaque a aquella derecha del Bienio Negro. No se podía hacer huelga cuando estaba en juego la siembra del trigo en las tierras de pan llevar. Ahora, ante la podredumbre de un partido apuntalado por otros de su misma cuerda, nadie ha convocado un motín revolucionario. Simplemente, hay una moción de censura en juego: todo un mecanismo democrático para intentar mandar al averno el cinismo que hace carne un día sí y otro también en este país de tanto ladrón de cuello blanco. Decía el poeta, novelista y ensayista escocés Robert Louis Stevenson, el que se murió de tuberculosis a los 44 años: “Odio al cinismo más que al diablo, a menos que ambos sean la misma cosa”. Muchos de nosotros también estamos hartos de que nos claven cuchillos cachicuernos por la espalda y luego nos pregunten por qué sangramos.

Estamos en primavera y no es tiempo de sementera. No hay excusas que valgan. Las excusas sin argumentos solo están en las bocas de aquellos que, como Albert Rivera y sus acólitos, prometieron que jamás investirían a Mariano Rajoy Brey. Luego, cuando lo hicieron, dijeron que “mentían por el interés de España”. Una vez más, sobando y prostituyendo el nombre de esta nación tan pródiga en crápulas, hipócritas y desvergonzados. La España de Ciudadanos, como la del PP y otras derechas nacionalistas (también la de la izquierda que ni quiere ni puede ser izquierda) es la del IBEX-35 y la de la caverna maloliente de los Alí-Babás de turno.
Habrá que echarse a la barricada y llamar a lo más granado de esta sociedad, la que no se aborrega y clama con voz crítica, la que no se cobija bajo la alargada sombra del franquismo y está harta de oír a sus mayores que “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”, o “que el pez grande siempre se come al chico”.

A esos jóvenes a los que convocaba nuestro grande Miguel Hernández: “La juventud siempre empuja,/la juventud siempre vence,/y la salvación de España/de su juventud depende”. A esos muchachos que saben más que de sobra, como bien afirmaba el periodista y escritor Henry-Louis Mencken, que un cínico es “un hombre que, cuando huele flores, busca un ataúd alrededor”. A todos aquellos que les hierve la sangre y saben interiorizar las palabras de la guapa dirigente chilena Camila Vallejo, admirada por nuestro poeta de las nieblas decembrinas y que le trae, por su hermosura, ecos y parecidos de la musa de sus sueños: “Salimos a la calle para decir que la juventud no era esa juventud apática, apolítica o despolitizada, individualista, consumista; que solamente se preocupaba por su éxito personal”.

¡Y ojo con los tibios! La frase apocalíptica pende como un aguzado cuchillo: “Por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Con la tibieza se viste el cínico, del que comentaba el nombrado dramaturgo y novelista irlandés Óscar Wilde que es “un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada”. ¡Ay de aquellos que sigan escuchando y acatando las órdenes de los “Aliertas” y “Cebrianes” de turno! Es tiempo de que florezca una nueva primavera, la cual no cuajaría esplendorosamente si prevalecen los tacticismos y las guerras cainitas entre la izquierda. Militantes de base acaban de hablar clara y rotundamente. No quieren más tongos ni más componendas, sino apartar de un manotazo democrático a quienes llegaron desde las Islas Afortunadas y se cobijaron bajo sus banderas, para ahora venderse por un plato de lentejas. Y que el manotazo barra de una vez toda la inmundicia e impudicia que asfixia a este país. No se puede estar a la vez repicando las campanas y en la procesión. El contigo y el sin ti huelgan hace tiempo. Aviso a los navegantes. Arrieros “semos” y en el camino nos encontraremos.

Nuestro paisano, el que presidía el sindicato agrario “El Despertar”, jamás supo de cinismos y tacticismos. Conoció a gente que hablaba muy bien y cuyas palabras entendían perfectamente los siervos de la gleba, el pueblo Sancho y el pueblo-pueblo, los que venían soñando durante siglos por su redención. Pero Ti Filomeno Calle cerró las pestañas para siempre a las ocho de la tarde de un caluroso 27 de julio. Unas diarreas coleriformes se lo llevaron el día de San Cucufate y Santa Liliosa. En esa misma fecha, el 34 presidente estadounidense, Dwigt David “Ike” Eisenhower, firmaba la ley que daba paso a la creación de la NASA, organismo espacial que aún no ha descubierto por las galaxias ningún nirvana, ningún cielo y ninguna yanna. Todos esos paraísos puede que estén en algún momento en el planeta Tierra, tal como soñaba el componedor de versos, siempre camarada nuestro, que espera entrar en calor después de aquel largo invierno. La primera parte de los apasionados cuartetos de su poema “¡Atrévete!”, sin el menor asomo de sombras cínicas y tacticistas, muestran a las claras el vértigo del amor vertido a chorros:

“Si quieres de verdad hablar conmigo
y no encuentras el cómo y el cuándo para ello,
no me envíes folio alguno, sobre y sello,
que igual no es predicar que entregar trigo.


Además, caería en la tentación
de relamer, con ansia, sello y sobre
y, así, probar lo dulce y lo salobre
de tu sensual saliva. ¡Qué ilusión!


Tampoco en morse o jeroglífico.
Prefiero otro eco más romántico,

que obvie por de pronto lo semántico

y dé fruto jugoso y odorífico.

Si te parece bien, ¡chapeau! ¡Magnífico!
Haz planes de cara a este verano,
para ir ambos, unidos por la mano,
surcando el Mare Nostrum o el Pacífico (…)”

Buenas tardes.

Mientras tanto los sufridos agricultores españoles están cada día mas preocupados por no encontrar mano de obra española para poder recolectar la cereza y otras frutas, teniendo en contratar mano extranjera.

""" MANDA HUEVOS """

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