!!!La Pingolla!!! de FELIX BARROSO,"PODREMOS" Este nuevo articulo de FELIX BARROSO GUTIERREZ que en el día de hoy 9/11/2014,a salido publicado en el diario !!!!!" DIGITAL EXTREMADURA"!!!!!" o en !!!!!EXTREMADURA PROGRESISTA!!!!! y la podéis encontrar dentro de la sección "OPINION La tierra estaba dura y teníamos callos en las manos. Con nuestros quince años, movidos tan solo por inquietudes arqueológicas, cavábamos en el paraje de “El Pozo de la Piedra”. Salían a paladas vestigios cerámicos. Marcelino Jiménez Montero, más conocido por Ti Marcelo “El Guarda”, se acercó donde nosotros. Era el guarda de la dehesa boyal y comunal. Nos quitó la cavancha de las manos y se puso a picar como un descosido. Paco Montero Pérez, de la cuadrilla de los quinceañeros, le espetó: “-Déjilo usté, que esu lo podémuh jadel nusótruh”. Ti Marcelo le miró de arriba abajo y le respondió: “-No se dici podémuh, sino podrémuh”. A continuación, el guarda de la dehesa nos relató (también se lo oí, más tarde, a otros) que su suegro, Cipriano García Martín al que le decían Ti Cipriano “El Barrigón”, que llevaba sangre “paleta” del Ahigal y fue secretario del ayuntamiento, contaba muchas veces cómo el paisano Teófilo Montero Martín interrumpió un mitin que daban, allá por 1933, en el salón de “El Cano”. Ti Teófilo, al que en el pueblo y comarca llamaban Ti Titín o Ti Tetín, simpatizaba con el partido Acción Republicana, de Manuel Azaña. Un dirigente provincial de tal formación política peroraba, muy excitado, en el viejo salón de baile. Todo era gritar y afirmar que “podemos hacer esto”, “podemos hacer lo otro”, “podemos hacer lo de más allá…” Ti Titín, harto de tanto “poder”, estiró su canijo cuerpo entre el auditorio y, dando un vozarrón, exclamó: “-¡Silencio, ménuh podémuh y máh podrémuh!” Y, luego, fue él el que echó el mitin, que labia e inteligencia no le faltaba para ello. Ti Teófilo Montero había nacido el día de San Guarino de 1893 y era hijo de Ti Lorenzo Montero Miguel y de Ti Fidela Martín García. De él contaban que “sabía golel la vertú de lah piédrah”. Siempre llevaba un martillo consigo, para desmenuzar los minerales. Cuando se calentaba con el vino, sacaba el martillo y lo blandía como si fuese el sable de un general. Por sus ideas, era un adelantado para su tiempo. Montó un molino y un tejar en un gran caserón que todavía se mantiene en pie, junto al arroyo de “Las Clavellinas”. Parece ser que fue el primero que adquirió, en la población, una camioneta, pero el día de su estreno, con motivo de una matanza familiar, montaron un puñado de vecinos en ella y, a la altura de “La Juenti del Lugal”, en la carretera de Plasencia, tuvo un fallo mecánico y toda la carga fue al suelo. No llegó la sangre al río. Ti Tetín, que era un manitas, se puso a arreglarla y le sobró un cubo de tornillos. Pero con todo y eso, la camioneta volvió a funcionar a las mil maravillas. Cuando el nieto paterno de Ti Santos Montero García y de Ti María Miguel Barroso interrumpió el mitin del político de Acción Republicana, sabía muy bien lo que se decía. Era consciente de que el “podemos” era agua en una cesta si no había una unión verdadera de las izquierdas. Y así sucedió. Al contrario que en junio de 1931, cuando toda la izquierda marcó el mismo paso y ganó las elecciones, en noviembre de 1933 hincó el pico y se alzó con el triunfo una confederación de partidos de derechas, la mayoría de ellos antirrepublicanos y reaccionarios, iniciándose el llamado Bienio Negro. Cierto es que, en esta sabatina mañana de noviembre, mojina y neblinosa, el cuerpo me pide exigir cuentas a Monago, presidente de estas tierras del Oeste, por sus presuntas lágrimas de cocodrilo derramadas ayer, y a todos los corifeos que le arroparon y aplaudieron. ¡Ojo al parche! Por estos pagos advierten (y con esto no afirmo nada) que “el que tapa a un ladrón, eh de su méhma entención”. Pero ya hablaremos en la próxima “Pingolla” de las tetas y carretas, de la guapa colombiana Olga María Henao Cárdenas y de otros pormenores al caso. Ahora, andamos entretenidos con el “podremos” del que hablaba el que fuera nuestro vecino y que transportaba hemoglobina propia de la aldea de El Bronco, ya que de aquí eran sus abuelos maternos: Tío Anselmo Martín Hernández y Tía María García Cervigón. Muchos pensamos igual que Ti Titín. No se pueden lanzar campanas al vuelo conjugando presentes verbales. Es preciso conjugar futuros. Al igual que nosotros, siendo quinceañeros, no podíamos descubrir los misterios arqueológicos sin el concurso de más gente, tampoco la asamblearia formación Podemos podrá derrumbar de sus pedestales a la casta si no converge con otros que flamean sus mismas banderas. Un texto bíblico avisa: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero que por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7: 15-16). Cierto es que andan sueltos los depredadores. Pero tampoco se pueden hacer autos de fe y exigir purísima pureza de sangre. Cuentan otros pasajes legendarios del Génesis que aquel ojo del dios que todo lo ve y que en la escuela nos lo enmarcaban en un siniestro triángulo destruyó con fuego y azufre la ciudad de Sodoma por no encontrar en ella ni siquiera a diez justos. Solo se libró Lot. Queremos pensar que, dentro de Podemos, no haya ningún dios omnipotente. De existir, solo vería pecadores en otras trincheras, cuando, realmente, hay muchos justos que pueden ayudarles en la que muchos esperamos que sea una sonada victoria. En junio de 1931 y en febrero de 1936, las izquierdas, cohesionadas y formando recia piña, tomaron las riendas del poder. No hay que olvidarlo. Cuando hicieron la guerra por su cuenta, volvieron la contrarreforma, los colmillos de los grandes caimanes y se enquistó aún más el caciquismo. Los que tiemblan ante el hecho de ser desalojados de sus palacios (bastante tiempo han disfrutado ya de ellos) no saben cómo parar el virtuoso terremoto que se avecina. Intoxican las redes sociales con vídeos descontextualizados, difaman y calumnian. Incluso aprovechan facebook para desear que alguien le pegue un tiro en la nuca a Pablo Iglesias Turrión, como ese Jonathan Cabeza Infante, concejal del PP y del pueblo de Paredes de Nava (Palencia). O aventan de sus semipodridas lenguas declaraciones infames, tales aquellas que acaba de hacer el ultramontano periodista de Telemadrid Hermann Tertsch, hijo de Ekkehard Tertch, un austriaco que fue diplomático con el Tercer Reich. Este tertuliano de los canales informativos más casposos y retrógrados ha afirmado que “el señor Monedero y el señor Iglesias, en unas condiciones del año 36, me matarían a mí y matarían a mucha gente sin ningún problema”. Al oír tan apocalípticas proclamas, sin que nadie hasta la fecha les haya puesto mordazas, más de dos seguro que traerán a colación aquello de “piensa el ladrón que todos son de su condición”. Otros que tal andan, cobijados también en las filas del PP, desatan la sin hueso y no tienen empacho en afirmar que “los ciudadanos informados tienen miedo de Podemos”. Eso es lo que decía hace poco Francisco Giménez-Alemán, exdirector de Telemadrid. Se nota que solo se codea con la casta y no pisa la calle. Hasta otra que tiene a gala piropear a la citada formación derechista y conservadora y reírse públicamente de los que padecen la crisis, perteneciente al más casposo mundo de la farándula, como es Carmen Lomana, ha tenido la osadía de retar al dirigente de Podemos, Juan Carlos Monedero, insinuando que su discurso sobre ricos y pobres es obsoleto. Monedero no se ha callado: “Cuando usted quiera. Ejija hora, armas y padrinos”. Si neurasténicos andan muchos, ¿qué pasará si el hartazgo de la ciudadanía teje toda una red por abajo y, sin quemar Sodoma alguna, resquebraja el próximo mayo los palacios? A Ti Titín le vino a visitar la Enlutada con su guadaña un día de Reyes de 1967. Salía mucho humo de su casa, pero él se reía a carcajadas de la muerte. Nunca le tuvo miedo. Él siempre antepuso el “podremos” al “podemos”. ¿Estarán algunos dispuestos a conjugar el verbo en futuro y no en presente? Habrá que verlo. Buenos días. |