Santibáñez el Bajo - Caceres

Este nuevo articulo de FELIX BARROSO GUTIERREZ que en el día de hoy 12/10/2014,a salido publicado en el diario !!!!!" DIGITAL EXTREMADURA"!!!!!" o en !!!!!EXTREMADURA PROGRESISTA!!!!! y la podéis encontrar dentro de la sección "OPINION.

“Yo he síu duru de pelal”, me refería Calixto Gutiérrez Montero, que fuera vecino mío desde antes que yo anduviera en el vientre de mi madre y al que chicos y grandes le decían Ti Calíhtru “Moquérah”. El mote de “Moqueras” ya lo heredó su padre, Ti Segundo Gutiérrez Esteban, casado con Ti Juana Montero Calle. Siempre llevaba Ti Calixto una navaja en el bolsillo. Había nacido un 14 de octubre de 1895, el mismo día que el piloto aéreo y héroe de la aviación española Mariano Barberán de Ilarduya. Le conocí metido en muchos años y con su inseparable sombrero de paño.

“Sólu cuandu aprendíamuh a echal lo sieti eñúh -me contaba el paisano-, moh compraban los nuéhtruh pádrih la navaja. De mózuh, la llevábamuh siempre encima. ¡Hahta los díah de fiéhta! Antóncih, había múchah quimérah, y que si por lah nóviah, que si por éhtu o por lo otru, que si patatín, que si patatán, el casu eh que ensiguía tiraban los mózuh de navaja y jadían la raya en la calli con la cayá”. Todo ello me lo narraba Ti Calixto haciéndole un guiño al pasado y con la mirada socarrona de sus ojos añiles. Pero pocas veces llegó la sangre al río, y si pinchaban a alguno, todo se arreglaba entre familia, según normas establecidas y consuetudinarias.

Por lo visto, el amigo “Moqueras” era todo un jaquetón y un “jarriaqui” en sus años mozos. No se le arrugaba el ombligo así como así. Sin embargo, a los tres años de entrar en quinta, le agarró a traición la mal llamada “Gripe española”, cuya escabechina fue espantosa a lo largo y ancho del globo terráqueo. “M,acobardarun aquéllah calentúrah y bien creí que no salía del atollaeru; peru bien dicin que yerba mala nunca mueri y salí pa,lantri”, me refería el nieto paterno de Ti Julián Gutiérrez Cabezalí y de Ti Teresa Esteban Esteban. Se desenredó con la farmacopea empleada desde tiempo inmemorial y vivió largos años.

No solo hay hierbas malas (aunque suelen tener benéficas propiedades) en esta vida. También las hay buenas y para que éstas no se marchiten nuestro presidente del Gobierno, que según muchos pasará a la historia como Don Tancredo, ha salido de su pantalla de plasma y ha gritado a los cuatro vientos: “!!Dejen trabajar a los expertos!!” La gripe del 18 ya es historia. Ahora, es el ébola el que nos trae de cabeza. Pero mucho nos tememos que a los expertos no le dieron vela alguna en este entierro, pues han sido los mediocres políticos y politicuchos del PP los que han llevado la vela todo el tiempo.

Mariano Rajoy Brey no ha pretendido otra cosa con su clamoroso grito que defender a su ministra de Sanidad, a la que han bautizado como Ana “Jáguar”, de las acusaciones de ineficacia y de las voces que pedían su dimisión. ¡Qué ilusos los que piensan que doña Ana Mato iba a dimitir por lo del ébola cuando no lo hizo por otras bochornosas actuaciones! Hace tiempo que debió salir por la puerta trasera de “Gürtel” y largarse a escardar cebollinos.

En el PP no dimite nadie. Ellos se lo tienen pero que muy creído que son los salvadores de España. Beatriz Gimeno, escritora y activista por los Derechos Humanos, afirma que “el ébola ha servido para mostrar al mundo que este país esté infectado de ineficacia, injusticia, pobreza y ruindad moral, que es lo que han implantado los que gobiernan”. A la derecha le resbalan los improperios. Ti Calixto “Moqueras” me reconocía que él era algo levantisco en su mocedad. Pero “predíquime padri, predíquime madri, que por un oídu m,entra y por otru me sali”. No hay peor sordo que el no quiere oír. Así la derecha de este país, que ha batido todas las marcas en cinismo y en mentiras y se agarra a sus sillones como si solamente a ellos les perteneciesen. Algunos sociólogos piensan que estamos gobernados por unos sujetos realmente pijos y no por el hablar afectado, sino por haber nacido en excelsas cunas y dormir luego en principescas camas, pasando a formar parte de una clase social privilegiada que no ha desarrollado ningún sentimiento de empatía hacia sus semejantes.

“¡Menúah gárbulah de garbánzuh, que no sirvin más que pa la lumbri!”, como diría Ti Calixto. Han desmantelado la sanidad pública y muchos hospitales se han convertido en desvanes atestados, donde los recursos materiales y humanos han sido mutilados con tremendos hachazos. Y, encima, algunos locutores de su cuerda, como el ultramontano Federico Jiménez Losantos, echando más leña al fuego.

El Gran Wyoming (José Miguel Monzón Navarro) no ha podido soportar las vomitivas llamas del retrógrado periodista turolense y ha levantado la voz hacia los cielos: “¿Hay algo más miserable que decir de alguien que se ha contagiado de ébola por asistir de manera voluntaria a un enfermo que en el pecado lleva la penitencia? Deben pagar muy bien para que merezca la pena hacer un periodismo tan despreciable”. Luego, el Gran Wyoming añade que, ahora, se puede entender muy bien lo que publicó el diario “El País” en su día, cuando denunció los 400.000 euros de dinero negro que entregó el PP, en forma de participaciones, a “esRadio” y digital”, donde se agalla la “crème de la crème” del periodismo de más viscosas y carcundas vísceras.

Mientras tanto, otras gárbulas semejantes siguen campando a sus anchas, a merced del viento que sople. Gárbulas que no dan una a derechas, pese a que savia de derechas corre por sus acequias venosas. Por nuestros otoños extremeños, cargados de bellotas, castañas y zamboas, siguen coleando los homenajes y rotulaciones a aquel Adolfo Suárez, tan buen franco-falangista cuando ejercía como Ministro Secretario general del Movimiento y al que los dioses lo tengan en la gloria, de la mano de quienes, bien ellos o sus partidos políticos de referencia, le traicionaron o le vejaron alevosamente. Algo semejante a lo ocurrido con José Antonio Primo de Rivera durante el franquismo. Así, los ocho concejales del PP, con su alcalde a la cabeza, y los cinco del PSOE de Fuente del Maestre decidieron unánimemente que la casa de cultura pase a ser rotulada con el nombre del artífice de la Transición.

Tránsito este (todo hay que decirlo) que, según ha declarado hace escasos días el escritor valenciano Rafael Chirbes, reciente ganador del premio Nacional de Narrativa, “levantó los polv-s de los que vienen los lodos actuales: nos invitaron a caviar y champán y ahora nos obligan a pagarlo. Nada ha cambiado: los ricos siguen esclavizando a los pobres. España no se inscribió en la modernidad, sino que continúa conservando comportamientos atávicos”.

Tiene más morbo el nombramiento de Santa Teresa como alcaldesa perpetua de la pedanía de Valdencín, asunto en el que suponemos que tendrá mucho que ver el Ayuntamiento de Torrejoncillo, al que pertenece dicho caserío, gobernado por el derechista Moisés Paniagua Martín y en el que el PSOE cuenta con cinco concejales. Como en los viejos tiempos. La España de la charanga, la peineta, la pandereta y María Santísima. Y al fondo, como teloneros, Carlos Floriano, con el gesto ceñudo a cuenta del juicio por el escr-che que le hicieron los muy batalladores y dignos miembros del “Campamento Dignidad”, y José Antonio Monago, que prosigue vendiendo humo con su Banco de Tierras y su Agrotech mientras el número de parados no deja de aumentar por los pueblos de nuestra Extremadura.

Ti Calixto “Moqueras”, nieto materno de Ti Casto Montero Montero y de Ti María Antonia Calle Corrales, salió en bien de aquella Gripe del 18 y la vida le regaló ratos buenos y otros no tanto hasta que un paro cardiorrespiratorio se lo llevó el mismo día en que nacía el renombrado piloto venezolano, no de aviones sino de automovilismo de velocidad, Ernesto José Viso Lossada, apodado El Demonio de Caracas. Corría el 19 de marzo de 1985, efemérides de San Pancario. Es de esperar que en bien salgan también quienes infectados fueron por esos terribles virus cuyo foco se encuentra, al parecer, en ciertas familias de megaquirópteros. Mientras podemos permitirnos frivolizar con otras gárbulas, que nadie ose hacerlo con el ébola. Sin pelos en la lengua, dicen por estas tierras que “nunca te ríah del mal del tu vecinu, que el tuyu ya vieni de caminu”.

Buenas tardes.