Personajes Ilustres nacidos en Santiago del Campo Jose Julián Barriga José Julián Barriga, de Santiago del Campo (Cáceres) es un extremeño que conserva sus raíces y ha ejercido siempre su extremeñidad. Cursó estudios de Filosofía y Ciencias Políticas pero es en el periodismo donde lo ha sido todo. Desde el diario Hoy, Radio Nacional, Pyresa, diario Pueblo etc., hasta la Agencia EFE ha hecho de todo. Con Adolfo Suarez estuvo en la Secretaría de Estado para la información siendo el Director de los Servicios Informativos y luego el Director de Relaciones Informativas de la Presidencia. Su trayectoria profesional en el mundo de la comunicación lo abarca todo. Hace casi veinte años se incorporó a la Fundación ONCE como director General de la Agencia de Noticias Servimedia y apostó por la especialización en la información social, de la que llegaron a editar 24 publicaciones distintas. Tiene pues una atalaya privilegiada para analizar los problemas cotidianos de nuestra sociedad tanto en el plano internacional y nacional, como en el de Extremadura, sobre cuya problemática ha dictado alguna conferencia recientemente. Cultiva un huerto tradicional en Garrovillas de Alconétar los fines de semana, y todavía le queda tiempo para colaborar con distintas asociaciones y con la “movilización de Guadalupe” dentro de unos días. Julián, te conocimos gracias al gesto que tuviste de llamarnos y recibirnos en el Palacio de la Moncloa, en 1979 para entregarnos un dossier con lo que había salido en la prensa internacional sobre “el encierro del los alcaldes contra la C.N. de Valdecaballeros en el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena. ¿Qué recuerdas de aquel acontecimiento y qué repercusiones tuvo en aquel “Palacio” en el que te encontrabas? --Aunque ya ha pasado mucho tiempo, aquella época nos marcó a todos los que vivimos la Transición Política hacia la democracia. Algunos tuvimos la suerte, que no el mérito, de presenciarla en un primer plano y ha sido una de las experiencias profesionales y personales de las que nos sentimos más orgullosos. Recuerdo también que algo hablamos o hicimos para dar los primeros pasos para la recuperación de Montfrague. La Transición nos dio a todos apertura de miras, generosidad y talante para abordar toda clase de problemas con espíritu de colaboración. Por esa razón la Transición goza hoy de tanta fama y prestigio. Como periodista y como extremeño seguiste de cerca la experiencia del estudio “Extremadura Saqueada”, que luego has citado en algunos de tus trabajos y conferencias. Qué valoración haces de él transcurridos 30 años desde su realización? --"Extremadura Saqueada" fue el primer intento serio de poner reflexión y debate en el futuro de Extremadura. Para valorar correctamente este libro/ensayo hay que tener en cuenta el tiempo y las circunstancias en que fue elaborado y publicado. Recuerdo también otro libro/ensayo, aunque de muy distinta consideración, que supuso otra importante aportación al debate sobre Extremadura. Me refiero al de Adolfo Maíllo, con el título de "Extremadura en la encrucijada".... Cada uno en diferente dirección, pero fueron ambos testimonio de la inquietud y del compromiso que algunas personas y grupos adquirieron con su tierra. Por cierto, la contribución de "Extremadura Saqueada" y de "Extremadura en la encrucijada" no han tenido continuación. Fueron como dos fogonazos intelectuales para alumbrar nuevos derroteros. Pero aquella inquietud intelectual se quebró y volvimos a donde solíamos: a la apatía, al seguidismo, a la acomodación a una situación de subdesarrollo. Tal vez no sea ésta la ocasión de continuar desarrollando esta idea. Pero el recuerdo de aquellos años me ha hecho añorar la libertad, la rebeldía de tantas personas que no se contentaban con ver y presenciar cómo su tierra y sus gentes se conformaban con ser los últimos de todas las listas, de todos los ranking de la prosperidad y del progreso. Los tiempos han cambiado, no hay duda, pero a mí me sigue sorprendiendo y abochornando la falta de debate y de reflexión de las élites extremeñas, que se han acomodado a vivir de lo establecido, aunque lo establecido no haya servido para librarnos de ser los últimos de la clase. La catástrofe sucedida en Japón, y sus consecuencias en la devastación de las instalaciones nucleares, han conmocionado al mundo y seguimos pendientes de cual será su evolución, ya que ni siquiera se sabe todavía cuando se podrá controlar la situación y cuales serán sus consecuencias y sus costes. ¿Cómo crees que va a influir esto en la opinión pública, en los países hegemónicos de la UE y EE.UU. y, por ende, en el desarrollo de la Energía nuclear. --Desde luego, el debate nuclear nunca podrá ser el mismo que lo fue antes de los sucesos de Fukushima. Yo no tengo razones técnicas ni científicas para hacer ninguna aportación novedosa al debate de lo nuclear. Pero sí quiero plantear una cuestión de importancia: la necesidad de que el debate que debe entablarse a nivel mundial esté libre de la acción de los lobbies nucleares. Las instituciones públicas y privadas que deben fomentar este debate, así como los profesionales, deben hacerlo primero en el campo técnico y en el económico , y a continuación, en el plano político. La intervención de los grupos de influencia de la industria nuclear pueden viciar el debate sobre la energía nuclear. No olvidemos que esta es una sociedad intervenida y condicionada por los grandes poderes económicos y financieros. Nos falta honradez para denunciar la intromisión de los poderes financieros en la toma de decisiones políticas y económicas. Han pasado no sé cuantos meses de los sucesos de Japón y otros problemas, otras crisis, pueden soslayar o posponer indefinidamente el debate que el drama de Fukushima necesita plantear con crudeza, independencia y honradez. La Extremadura de hoy no es la que retratamos en nuestro estudio, baste ver su papel en el desarrollo de la energía solar. Sin embargo, la sociedad civil sigue estando adormilada y dependiente del poder político, y la situación económica y social vuelve a presentarse especialmente complicada. ¿Cómo ves tu esta situación y cual sería “la medicina” que necesitamos en estos momentos? -- Y además temo que el desarrollo de la energía solar esté plagado de graves incidentes de corrupción y de tráfico de influencias. Y sé de lo que hablo. La industria más potente de Extremadura es la energética. Nuestra aportación más significativa al PIB industrial es la energética. Y sin embargo, la industria eléctrica ha tenido un comportamiento muy cicatero con la Comunidad. No ha sido culpa exclusivamente de las empresas eléctricas. El Gobierno extremeño ha sido enormemente complaciente o poco convincente para conseguir revertir sobre Extremadura en iniciativas empresariales las riquezas energéticas que la Comunidad ha producido. Pero no debemos culpar a otros de lo que nos corresponde solucionar a nosotros. Extremadura es una comunidad extensa y con escasa población. No existe apenas emprendimiento empresarial y, en consecuencia, la competitividad es muy baja. Hemos creado una cultura de dependencia institucional y política, de burocracia y de amiguismo, que lastra todo el desarrollo económico y social. Durante varias décadas, lo mejor que salía de las Universidad se colocaba en la Junta; la máxima aspiración era la de ser funcionario. Ahora que los escalafones están al completo, a los licenciados extremeños no les queda otro remedio de nuevo que la emigración. Yo no tengo recetas; me contentaría con que la Universidad, los Colegios Profesionales, las Fundaciones, la poca sociedad civil que tenemos, tuvieran el atrevimiento de debatir y de opinar. |