La historia de Santiago del Campo, como la propia de España, Europa, etc... no deja de ser un periodo comprendido entre la prehistoria y la época actual.
Los antecedentes históricos que se disponen de este municipio son muy escasos, sólamente merece destacar el asentamiento de población en el castro del cerro Castillejo (39º 37' 8¨ N y 6º 23' 15¨ W).
Su ocupación se inicia desde el final del siglo V a. d.C o comienzos del siglo IV a.d.C, siendo este castro fechado como de la Edad de Hierro, con algunas constancias anteriores de la Edad de Bronce y de la romanización.
Fue poblado según unos por una tribu vetona mientras, otros dicen que fue lusitana. Hay dificultad de esclarecimiento, pues está en una situación geográfica intermedia entre estos dos pueblos y no existían fronteras delimitadoras, ya que sólamente la orografía natural del terreno era quién la marcaba, existiendo un intercambio de cultura entre unos y otros.
En el siglo I (150- 25) a.d.C con la llegada de los romanos a nuestra región, abandonaron el castro aquellos primeros santiagueños (gatitos), para entrar a pertenecer a la colonia romana de Norba Caesarina (Cáceres). Pero en el Bajo Imperio vuelve a ocuparse con poca actividad ya romanizada, para ir desapareciendo.
Con la configuración y organización administrativa romana, cuya capital de la provincia de Lusitania fue Augusta Emérita ( Mérida) que tiene dos colonias, siendo una de ellas Norba Caesarina, y ésta a su vez, tiene tres vicus o aldeas, como fue la de Eberóbriga (Talaván), nuestros antiguos paisanos pasaron a depender de ella, apareciendo y testimoniándolos con los asentamientos rurales del Ladrillar y los Setales.
Del paso visigodo y árabe no tengo constancia alguna.
Existe una laguna de documentación por un largo tiempo, desconociendo todo tipo de actividad, volviendo a aparecer por el siglo XII con la reconquista cristiana, ya como aldea, pero en una ubicación que es la actual y no en los asentamientos anteriores conocidos.
Con la reconquista cristiana, y dominios alternos entre árabes y cristianos, es finalmente conquistada esta región por el Rey D. Alfonso VII, siendo entregada a la Orden de los Templarios de San Juan de Mascoras de Santibañez el Alto, por su eficaz ayuda, siguiendo está dependiendo en lo espiritual del Obispado de Coria y la hace cabeza de encomienda.
Más tarde (1167) el Rey D. Fernando II, amplia la donación a esta Orden del Temple con varios castillos entre ellos el de Alconétar y las aldeas de Garrovillas, Cañaveral, Talaván, Hinojal y Santiago del Campo.
En el siglo XIII, los Templarios ante las disidencias con sus vecinas órdenes de Alcántara y Santiago, el Obispado de Coria, la villa de Cáceres, al mismo tiempo que el castillo de Alconétar, se había convertido en una verdadera ladronera feudal, haciendo verdaderas correrías de pillajes por los riberos del río Almonte, en las que no sólo se limitaban a apresar ganados, sino que recurrían incluso a los más inauditas violencias, salen también por eso al paso ¨nuestros caballeros villanos¨, quienes pusierón cotos a sus desafueros, amparados por la protección real, y éstos no tuvierón más remedio que abandonar el castillo y sus pertenecias.
Desaparecidos los Templarios, esta región pasa a manos del Rey D. Alfonso X, que la dona en Señorio a su hijo D. Fernando de la Cerda ( Alcalá de Henares, el 4 de julio de126

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El 16 de Enero de 1435 el Rey D. Juan II hace donación de Señorío ( castillos, aldeas y barcas) a D. Enrique de Guzmán, Conde de Niebla, viviendo la región una gran etapa de prosperidad durante los siglos XV y XVI. Este a su vez lo cede a Dª Maria Teresa Guzmán y Figueroa, que se casó con D. Enrique , Conde de Alba de Liste, ( sus escudos están presentes en el coro de nuestra Iglesia Parroquial de Santiago Apostol), para terminar estando en su posición del Duque de Ferias durante los siglos XVIII y XIX.( Data de 1849, recogida en el Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de España).
Hago un alto en el camino de la historia de Santiago del campo, invitando a toda persona que sepa algo o mucho de este, que es mi pueblo, manifestándolo para ver si es posible entre todos alcanzar con la mayor exatitud de su historia. Existen grandes lagunas desconocidas para mí, espero que para vosotros no.
FELIZ AÑO 2008