Santiago del Campo - Caceres

VENTO DE COSTADO.
¿ Hemos perdido la cordura; el norte,? Puede haber influido en ello el denostado Covi- 19. que nos trae en jaque ahora mismo. Todo es posible. Ahí tienen trabajo los sociólogos para sacar conclusiones de tanta 'ventolera'. Es una descacharrante paradoja que estos días se este poniendo en cuestión, lo que han hecho nuestros antepasados por las americas. Es para hacérselo mirar. Una descalificación del pasado que no tiene mucho sentido. No se puede juzgar lo ocurrido con normas de ahora mismo. Y decapitar estatuas de aquellos personajes que en su tiempo fueros enaltecidos por la epopeya que un día los elevó a la gloria. Es algo inaudito que por que a un poli se le fuera la mano y acabara muriendo el detenido, las protestas se trasladen a la vieja Europa y parte del orbe. Esa ira que terminaría por derribar las estatuas de Cristóbal Colón en dos ciudades distintas, siglos después; es un hecho hostil sin sentido.
Que se ponga hoy en cuestión una película que hizo historia en los 40 del pasado siglo, reflejando
el conflicto de una época, 'Lo que el viento se llevó' que cautivó al público de aquel tiempo y, generaciones posteriores como obra de prestigio. Se entiende como un hecho absurdo y pueril.
Si alguien tiene las manos sucias por la trata de esclavos, no será el ínclito navegante. Los españoles haría lo contrario que los Ingleses. Una inmersión de razas y mestizajes que hoy son un crisol de civilizaciones. Los anglosajones por el contrario, persiguieron a los indios casi hasta exterminarlos situando los sobrevivientes en una reserva. Por tanto no se entiende esa persecución a estas alturas de los símbolos hispanos.
Errores han cometido todos los antiguos imperios y naciones que se precien. ¿Pero tienen razón las nuevas generaciones para hacer una revisión de la historia pasados 500 años? Todos los imperios han actuado con métodos inadecuados. Aquí con los judíos. Los Vikingos asolaban las ciudades costera españolas con sus rapiñas, por ejemplo en Sevilla. Y no por eso se les recrimina. Los Ingleses atacaban los puerto a su antojo; Santa Cruz, Tenerife.. Los fuertes siempre imponían su ley.
Ahora unos ninis pretenden enmendar el pasado destruyendo el presente. por un hecho tangencial desafortunado, que cada día ocurre en el ancho mundo. Que airados sujetos del lugar lo tomen con
el descubridor del Continente americano, decapitando sus estatuas. Escapa a toda lógica. No soy sociólogo para enjuiciar tales acontecimientos. Pero las protestas se antojan como la alegoría a un rechazo de la política de mano dura que hoy practica EE UU. Un tema que el evanescente gobierno de España ni se ha parado a enjuiciar.. Emilio Rey.
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