la ley del embudo. LA LEY DEL EMBUDO. No hace mucho, escribí algo sobre la Ley del péndulo. La obra de un científico que seguro duerme el sueño del olvido, soportando el polvo en una estantería de cualquier biblioteca local, como algo sin relieve. Esta vez es la ley del 'embudo' la que me inspira. Y solemos aplicarnosla para darnos fuste. Como pueden ser los falsos títulos. Para brillar ante los demás, y si viene el caso arrebatarles el puesto al opositor a costa de falsear el currículo. No hace falta que señale, para llegar a conclusiones. - ¡Que falta de ética, y de respeto! No es algo que se tolere por Europa. Es más; ahí el sujeto en ciernes, descubierta su trampa. Agacha la cabeza y avergonzado se va. ¿Hemos perdido aquí ese sentido ético? Poco tiempo ha transcurrido desde el domingo, 2 D. con las elecciones andaluzas y, ya tenemos el paradigma carpetovetonico. de irreconciliables e intransigentes, de no reconocer los resultados que no nos gustan. Ofrendados por una parte del pueblo. ¡Vaya gesto de los demócratas que ostentan cargos de responsabilidad!. Necesitan volar, elevarse ante los demás; tocar el cielo... La ley del péndulo, ahora 'la ley del embudo' . Es lo que han conseguido los políticos actuales con tal deriva. Tanto se han escorado hacia un lado, que el resultado era predecible. Ahora lo lamentamos amargamente, porque amenaza a prebendas que alguno creían ya consolidadas. La reacción; lanzarte el consabido anatema de “fachas,” no importa que sea un mandato de los electores. ¡ Que más da ! hay va la frase cual escupitajo ' Por tanto se adjudican ellos mismos el nefasto apelativo.' Aunque ignore de donde procede dicho término y su significado, De un presidente mejicano (Diaz) es este conocido aserto.” Pobrecito Méjico; tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.” Yo lo traslado a la 'vieja piel de toro' , ¡Pobre España... tan lejos de Europa y tan cerca de África.! Nuestros políticos no están a la altura de las circunstancias. Los que nos gobiernan a estas alturas, hacen gala de cierta prepotencia . Lo bien que les vendría cierta dosis de humildad. Para ellos somos esa clase de gente a la que hay que rescatar, pues creen que vagamos por el mundo sin rumbo fijo. A los que nos gobiernan; faltos de carisma y sobrados de prepotencia. Les recomendaría, una amena charla con el que fue presidente de Uruguay. José Alberto Mugica, (Pepe) Presidente del citado país, hasta agotar su mandato. Siguió con su viejo coche,(dicen) su modesta casa, más feliz que un ocho. Dando al mundo una lección de humildad y carisma. Emilio Rey. |