Santiago del Campo - Caceres

SIGUEMÉ (en esta guardia)
La muerte acecha por los solitarios pasillos de el hospital, bajo la tenue y anémica luz, en la tensa calma de la madrugada. Rota en ocasiones puntuales por un traslado urgente hacía la UCI o el quirófano, o quizá a otro sitio sin retorno posible.
La noche puede ser agitada, con nuevos ingresos o decesos, hasta que se restablece
la normalidad. Eso requiere un trabajo arduo. Evacuar un difunto para instalar un ingreso en su sitio, -por la escasez de camas-. Algo más frecuente de lo que se cree.
Ruidos que se transmiten de un piso a otro, al rodar camas en el silencio en una hora extrema. El edificio construido en forma de U. Compuesto por largos pasillos, con puertas abatibles que lo dividen, se quedó antiguo. Contribuyen al misterio ente una pálida luz mínima. Así hasta la mañana siguiente que vuelve a recobrar el pulso.

De diez a doce, las llamadas al timbre, pidiendo ayuda, se multiplican por múltiples causas,dependiendo de la gravedad de los pacientes y sus limitaciones para valerse.
Debajo la sala de disección donde algún difunto al que lo han dejado sin vísceras el cerebro vacío, hay que transportar a las cámaras una vez terminada ésta. En tanto las sombras de la noche aumentan la sensación de misterio por lo desconocido: la muerte. Con la que tienes que lidiar casi a diario en esas largas guardias. Desde las 22 hasta las 8 h, un espacio en el que el tiempo parece dilatarse. Nadie transita esos solitarios pasillos en los semisotano. Alguna vez te sobresalta la carrera zigzagueante de un ratoncillo blanco que se evadió de un laboratorio donde lo martirizaban con pruebas para no se sabe que.

Al final de los años 60 principio de los 70. El doctor Barnard consiguió en
Sudafrica el primer trasplante de corazón de un humano a otro. Fue un hito para la
ciencia. Hubo un periodo de loca actividad en el hospital; se pusieron a imitarlo de ¿qué manera..?.Practicando con perros. No quedó ni un perro vagabundo vivo. Los aullidos de estos en el pots operario esas noches hasta que al fin morían, con un corazón extraño. Te herían el alma si te llegaba desde la distancia en el silencio nocturno,.Nunca vi donde estaban ubicados. Era un secreto, La utilidad para la ciencia resultaría al fin nula. Y hablando de eutanasia: siempre se vulneraron las normas. Las había pasivas, o alguna vez activa. Le retiraban los medios de soportes,o activa suprimiendo la respiración asistida, sin más.

Las muertes accidentales provocadas por lo que llaman “mala praxis” las suprimí. No me aventuro a que lleguen a algún familiar. Estos errores los tapa la tierra. Para la dirección del centro (salvo denuncias familiares) esto no ha sucedido.
Lo que escapa a toda lógica: que una médico en un arrebato de locura acabara con tres personas e hiriera a otras tantas acuchilladas. Ocurrió: es un baldón que quedará para la historia del Centro. ¿Pudo ser evitado? Sí, prescindiendo del corporativismo, existente. Cesando a esa persona con trastornos psíquicos. Este ámbito suele ser poco recomendable para los menores y así lo aconsejan. Las bacterias aquí, son de las más rebeldes y, se las saben todas. Son las 8, entrega del testigo. Todo bajo control y corramos un tupido velo con carácter provisional. emirey