Santiago del Campo - Caceres

A MANUEL 60

Quizá es solo por hacer de ‘abogado del diablo. Por lo que no estoy muy de acuerdo contigo. En lo fundamental, como puede ser ‘ el estado del bienestar’ un punto que después de hacer gala de tantas bondades olvidas.
Si España no está en ese supuesto y deja bastante que desear.¿ Que dejas para la Extremadura de nuestros pecados. El Womad que menciona tampoco
es un ejemplo. Solo se nota el aumento del consumo del pan cuando vienen.
Por supuesto que tiene cosas buenas Extremadura. Hace falta tener dinero
o trabajo para poder comprar.
Eso fue lo que hicimos nosotros, al marchar. Buscarnos la vida en otra parte
de la ‘piel de toro’. Mejor lo dejo; resaltar los defectos no es muy loable.
Dejemos a un lado a los culpables.. Centrémonos en la primavera puesto que
Estamos en abril y resaltar que es algo incomparable que eso si que no tiene
rival. Y tu Manuel 60, no mencionas a pesar de tu vena poética los
luminosos días de abril, policromos y mezclados de aromas; son un prodigio que los foráneos no se pierden al visitarnos en S. Santa.
Una campiña donde solo las vacas se enseñorean del bucólico paisaje.
Es la consecuencia de que toda la juventud se haya marchado, buscado otro
horizonte. Menos rural, más urbano.
Por este motivo nuestros lugares de nacimiento se encuentran hoy en la más
triste de las soledades. De nada nos sirven todas esas cualidades que resaltas
en tu almibarada crónica.
Ahora nos damos cuenta que dejamos los mejores años de nuestra vida enriqueciendo a Regiones que ahora nos consideran poco más que a extranjeros. Para que lamentarnos, aún nos quedan las solitarias campiñas
Extremeñas una respetable cantidad de años y cierta melancolía.