mi aficción por las alturas ATRACCIÓN POR LAS ALTURA... Es una manía como otra cualquiera. Subirme a las alturas de esos sitios que visitaba cuando viajaba por ese mundo. Siguiendo esa afición de mi mujer por cambiar de escenarios. Debía ser por ver mejor el panorama; desde otra perspectiva. Ahora en las noches de insomnio, tiendo a recordar esa faceta de mi vida, con el propósito de que eso me lleve a los brazos de morfeo, cuando el sueño se me res- resiste. Si, ahora a mi también me parece una sublime tontería. Pero gente rara donde quiera la encuentras. En el mismo grupo, en jira por Italia, iba otro 'espécimen,' que no se quedaba sin visitar ni una sola de las iglesias de la localidad, de la ruta. Gracias a que en Roma hicimos 'parada y fonda' de varios días, pudo satisfacer su curiosidad a fondo.¡ Porque en Roma hay unas cuantas!. Por lo que oí lo que le atraía eran las formas arquitectónicas, las fechas, la antigüedad, no postrarse ante el altar que tendría su lógica. Si no una atracción para los sentidos en lugar de el alma. . En el Cairo; el hotel estaba a tiro de piedra de las pirámides “Pirámide Park” Prohibi do escalar, rezaba en ingles. Trescientos metros, ya eran prohibitivos para mi. Otra cosa más asequible fue la Giralda. Con su rampa sin peldaños, que siendo leve, llegas sin aire al campanario. Sólo por ver el panorama, la belleza de esta ciudad abrazada por el “Betis” en un tórrido mediodía estival. Vale la pena. Ese problema no surgiría en la 'vetusta' torre de Hércules, “el faro mas antiguo del mundo”aun en servicio. Después de pagar, sólo podías subir un corto tramo, por obras. No fue posible y lo sentí. Me conformé con las vistas de esta bella ciudad, Acoruña ¿Quien vuelve de Tenerífe sin subir al Teide? Utilizando los medios mecánicos,como única manera para alcanzar la cima. Salvo el tramo final, Después de contemplar su imponente cono desde cualquier lugar de la isla. Te puede la curiosidad o tal vez por creerte más cerca del cielo. Lo más fácil es que te encuentres con un manto de nubes a tus pies cómo única visión, y el cielo queda aún tan lejos... Las vista desde las torres del Pilar de Zaragoza. algo a tener en cuenta. Hace tantos años... que olvidé el panorama. Subimos la familia al completo. Barcelona; Colón. Los prismáticos que había creo que los enfoqué al revés, vi menos que desde el mismo suelo. Pisa quizá la más celebre. No, no subí, nos conformamos con las clásicas fotos. La altura no llama la atención de,esta inclinada torre, te disuade, la inclinación. La pequeña torre de Venecia, que habréis visto en la plaza de San Marcos También vale la pena. Es curioso que la entrada valieran más baratas comprando a revendedores que en taquilla. Lo más cerca que estuve de la torre Eifel fue el campo de Marte y el Trocadero ¡Que pena! Hubiese sido el mayor trofeo. para contar aquí. Pero lo compensé luego. Esos dias en Roma, con tiempo sobrado y al lado mismo del Vaticano. Nos asignaron un restaurante un poco 'cutre' ¿San Gregory? Comiendo pasta a todas horas. Un día deambulando por el interior del templo,vi que subían a la cúpula con un ascensor.. Averigüe que se podía subir a pie por escaleras. Dando vueltas por sitios angostos, salí a la cima de la cúpula (como habréis visto existe una especie de cenador con sus columnas, un sitio ideal para ver Roma) y todo el estado Vaticano. Allí nos juntamos varias personas, algunas hablando nuestra lengua. La vista era magnifica. Cerca el castillo de los papas Santangelo un inmenso cono, un fuerte para defensa de los personajes del Vaticano. Roma,sus puentes el Tiber, las estatuas doradas igual que las de Paris, su historia reflejando en sus aguas sus monumentos que resisten el paso del tiempo. Algo que fascina, más de dos mil años. El imperio y la civilización que nos legó el Derecho Romano, ademas del Latin tronco de varios idiomas europeos. Florencia me cautivo más que Milan o Venecia. Bronces, templos,museos. el Arno. Una ciudad provinciana encantadora. Busqué alguna huella del Bocaccio, de ese siglo XIII, los escenarios de sus cuentos libidinosos,cómo El Decámeron. En una ciudad cercada por la peste negra. Pero no halle rastro de aquellos lugares, sin la ayuda de un guÍa. Desde el otro lado del rio, un mirador, a tus pies se extiende la ciudad, la historia y el arte refinado de un Migue Ángel y un Davinci. Y por último. ¡ Ahora lo lamento! no haber hecho lo imposible por subir al Empire State, en N. York. (Tiempo tuvímos de sobra. incluso compramos en los bajos del edificio. Pero, entre el alto precio y que la noche no era la hora adecuada y (había que pasar un control instalado al comienzo), desistimos. (Ya no estaban las Torres Gemelas) sólo pudimos contemplar en su lugar, los nombres de las victimas en letras cromadas. Y difícil de leer por su cuantía. Populosa N. York, sueño último de todo suramericano, donde prosperan. No tendrás problemas con el Inglés, si no es tu fuerte. Siempre encontrarás a uno en el sitio menos pensado. Afortunados los neoyorquinos, pueden derrochar el agua, es gratis. Igual que es gratis si te das un paseo en transbordador para pasar unas horas por Brooklin, mientras contemplas la Estatua de la Libertad recostado sobre la borda. emirey |