Santiago del Campo - Caceres

El tiempo político y climático parecen ir de la mano en esta Extremadura de
nuestros pesares. Echamos en falta un impulso de la economía y, una lluvia que
transforme los mustios campos en pradera multicolor, lo normal en primavera.
Que no es mucho pedir. Estamos en la estación del romanticismo y la poesía para
los que sentimos la alegría de esta estación, con un cierto sentimiento poético.
Los que ya sumamos años conocimos una Extremadura pobre pero verde
y florida. Sentimos nostalgia de esto último. De lo otro; el recuerdo de lo que disfrutabas ante una hogaza de pan y tocino. Lo ligero de equipaje, lo libre que podías sentirte por estos parajes sin cercados, hoy en silenciosa soledad.
Era así nuestro mundo rural, de cielo limpio y transparente de una infancia ya lejana que nos hace rememorar esa “juventud divino tesoro.” Hoy aprovecho cualquier oportunidad para desde la cima de un otero, prismáticos en ristre (es la única manera) echar una última mirada a ese campo pastoril y bucólico de la infancia
aunque poco se le parece al cultivado con primor, cuando el campo era nuestro modo
de vida. Esto le aporta un cierto marchamo de tristeza por falta de labor y exceso de pastoreo.
No puedo desplazarme con libertad por los recordados paisajes de mi infancia, he de conformarme con escrutar el paisaje desde la lejanía, con los prismático, que nunca es igual que pisar los senderos y acercarte a un arroyuelo a escuchar en la soledad el
rumor de una pequeña cascada en un paisaje silencioso y bucólico.
Deploro discutir con estos guardas de la caza,que coartan tu libertad que al cruzar
una puerta te sientes un furtivo cogido 'in fraganti', ¿Quien dijo “que no se les puede poner puertas al campo”?
Echamos en falta el dinamismo, la falta de voluntad, la incapacidad de los políticos
para salir de el pelotón de los torpes. Extremadura no se merece esto, tiene que haber alguien que lo diga que lo reconozca. Alguien habrá con sentido del deber, preparado que nos saque de este estado de melancolía y resignación. Que acabe con esta deriva
de ser un inmenso coto de caza. Aunque los interesados lo defiendan a capa y espada. Es uno de los motivo del despoblamiento de esta región. De la pobreza, y la desigualdad.