Santiago del Campo - Caceres

Hubo en mi tierra un borracho
que siempre borracho estaba,
borracho estaba de noche,
borracho por la mañana,
y por la tarde borracho,
borracho como una cabra.

Su padre era el tío Corambre,
su madre la tía Corambra,
y asi por ser tan borrachos
en el lugar los llamaban.
El tio Corambre bebía
más que un burro agua,
la tia Corambra aguardiente
como una esponja chupaba.

El de lo tinto en la calle,
y élla de lo blanco en casa
fueron gastándose en sorbos
sin que ellos lo barruntaran:
hoy dos fanegas de tierra,
veinte encinitas mañana,
medio huerto el otro día,
al otro el burro y la casa,
y luego...¡ qué se yo luego !
porque hasta vendieron mantas,
sin fijarse en que la gente
que coje una chispa diaria,
precisa tener siquiera
para dormirla una cama.

Al hijo de aquellas cubas
Juan Cubino lo llamaban;
y este era el sabio consejo
que el padre al chico, le daba
cada vez que le veía
- Bebe, bebe, renacuajo,
que presto te güelves rana.
- Padre, que el agua es muy buena
- Si, para regar patatas.

Fue creciendo el muchachuelo,
probó el vino y le amargaba,
volvió a probarlo, y lo mismo,
volvió a repetir, y nada,
cada vez que lo bebía,
le daban al chico nauseas:
bebió más veces, y ..vamos ¡
las nauseas ya no eran tantas,
y ya le dijo a su padre
que casi no le amargaba;
siguió el muchacho bebiendo
y ya encontró sosa el agua
y...total, que cuando el chico
ya a las muchachas rondaba
y en noches de luna llena
salía de alguna tasca,
¡ tres lunas llenas decía
que al mismo tiempo alumbraban.

Pues siendo así de borracho,
aún encontró una muchacha
de esas que viven felices
y quieren ser desgraciadas,
de esas que cierran los ojos
cuando más les hacen falta
para ver lo que los novios
de dientes adentro guardan,
porque de dientes afuera,
no hay más que buenas palabras,
pero de dientes adentro...
mañana saldrá lo que haya.

Tres años casado estuvo
Juan el de la tía Corambra
y en ese tiempo el borracho
salió a borrachera diaria,
salió a chiquillo por año,
salió a trampa por semana.
Y ella, la que era dichosa
y quiso ser desgraciada,
salió a paliza por noche,
que es salir a buena carga.
¡ Adios las tierras y el huerto,
adiós el burro y la vaca,
adiós los dos cortinales,
y adiós por siempre la casa,
y la capa de la boda,
y las mantas de la cama ¡...

Y una mañana de Enero,
- ¡ que triste aquella mañana !
cuando el borracho volvía
de la taberna a su casa,
después de una noche entera
emborrachando en la tasca
vi yo la escena más triste
que en mi vida presenciara.
La madre y los tres hijitos
llorando en la calle estaban,
arrojados a la calle
por el dueño de la casa,
yertos los niños de frío,
ciega la madre de lagrimas.

¡ Madrecita ! ¡ Tengo hambre !
los tres niñitos clamaban,
y la madre medio loca,
loca de pena y de ansia,
por vez primera en su vida,
delante de mi parada,
dijo esta frase terrible,
temblando y avergonzada:
- ¡ Señor ! una limosnita
para estos hijos del alma !
¡ Ahí teneis la buena obra
de Juan el de tía Corambra !

Jose María Gabriel y Galan

Hace mucho tiempo, puse en este mismo foro algunos versos de este poema para ver si alguien me lo completaba y me has dado una gran alegría verlo.

Recuerdo que en una revista del Colegio de San Antonio, llamada "Lyceum", publicó unas poesías inéditas de Gabriel y Galán y entre estas estaba esta y la "del viejo el consejo" que la encontré y la puse en el foro.

Gracias por mandarla, pues muy simpática y la guardaré como oro en paño.

Abrazos.

Me acuerdo perfectamente cuando pusiste en el foro algunos versos de este poema para ver si alguien te lo completaba.
Yo por casualidad lo encontré escrito de puño y letra por el propio
Don José María Gabriel y Galán, que por cierto se ve mal y está distribuido en nueve apartados, yo ahora escribo en el Club Amigos de
la Poesía de la que formas parte tú, creo que somos 175 personas, por
lo que te animo que entres, y escribas algo.
Yo lo he puesto en el Club Amigos de la Poesía, pero acordándome de ti, como tu decías por si alguien lo completaba lo puse también en el
Foro de Santiago.
Me alegro que te haya gustado.

Un Abrazo

Agradecido amigo Luis_saniagueño por mandar esta poesía tan simpática.

Yo no puedo seguiros por facebook en Club de Amigos de la Poesía pues en su día me dí de baja, ya que era tanta la información que recibía que no hacía otra cosa (no la controlaba bien). Con el foro lo manejo mejor, me resulta más directo, más nuestro (y siempre te queda lo privado que lo tienes a mano). Hoy aún, cada día me llegan por correo 5 ó 6, pero cuando intento abrirlo me solicitan su nueva inscripción.

Lo dicho, gracias y un abrazo.

Dejad tranquilo a Cerro De Las Vacas.
Nuestras vidas no giran alrededor de Facebook ni tantas redes sociales.
Nos gusta la intimidad y la privacidad, nada justifica que estemos
delante de un ordenador ociosos cotilleando la vida de los demás.
No hay nada como sentirse libres, no tener dependencia de un ordenador
que dirija nuestras vidas, es malo para la salud el estado de ansiedad
que genera en la persona cuando el ordenador no responde o no te funciona. Tenemos muchas cosas buenas que hacer fuera del Facebook.
Que tengáis un buen dia todos.

Rectificación de parte de la poesía.

El tío Corambre bebía,
más vino que un burro agua,
la tïa Corambra aguardiente
como una esponja chupaba.

Al hijo de aquellas cubas
Juan Cubino lo llamaban;
y este era el sabio consejo
que el padre al chico, le daba
cada vez que lo veía
bebiendo un trago de agua,
-Bebe, bebe, renacuajo,
que presto te güelves rana.