Santiago del Campo - Caceres

El abuelo Luciano(medio hermano de mi abuela materna)antes y durante la
guerra,hizo la huerta de los hornos tejeros.
Una vieja charca ya anegada. Con la ayuda de sus hijos y un cuñado.
con una concesión de 10 años. al cumplir estos,debía pagar 3ooo pesetas
año. cavó un pozo sin encontrar agua, un secarral donde sembraba melones
y membrillos que vendía, un kilo de melón unos seis reales.
se vio obligado a dejarlo. Los sucesivos arrendatarios, lo mismo.
Mientras duró,ahí estaba yo con el abuelo por la comida. era principio de
los 40. Dormíamos cara a las estrellas,guardando los melones,confiando es
la perra Gitana. En las noches sin luna el cielo con toda su belleza
me cautivaba igual que las historias que contaba el abuelo.
Para un crio de 8 años un mundo de fantasías.
Tambien época de carencias, que con solo tener pan para unas sopas éramos felices. Al final de la década de los 50 acompañé al abuelo a Cataluña,
ya viudo donde tenía dos hijas.Allí murio lejos de su tierra, algo
con lo que nunca soñó. Reposa en las faldas de los Pirineos cerca del túnel Del Cadí en un pequeño y bucólico cementerio, donde unos hermo-
-sos pinos hacen guardia a sus pies, y en los crudos inviernos, lo cubre
un sudario blanco, la nieve que suavemente deposita la Tramontana
como último homenaje.
CODA El hombre que tuvo la idea de cercar y canalizar una charca seca
pocos le recuerdan. El consistorio lleva casi 70 años cobrando rentas
de esto(ahora como cercado) podía recordarle, por tantos y tantos
ingresos, con el nombre de una calle.

Hermosa historía. Yo no llegué a conocer al tío Luciano pero tengo mucho oído hablar de él , y de chaval hurtado algunos melones amarillos y olorosos y también algunos membrillo y jugado por aquellos hornos tejeros
Me ha encantado tu historia y él saber quién construyó aquellas paredes de pizarra.
Cuando pase por el túnel del Cadí que lo hago con cierta frecuencia recordaré siempre a este gran arquitecto.
Gracias por esta bonita historia .