¿ un tiempo feliz ? El tiempo discurría sin sobresaltos en esa época de los 40 en el pueblo. A pesar de la contienda europea en su punto más álgido. Nosotros seguíamos con el "cara al sol"como si nada pasara, al salir del cole.habíamos aprendido a leer malamente,y nos esforzábamos para interpretar sobre lo que acontecía fuera, en algún recorte de un viejo periódico de la época como el"Hoy".Nunca pasaba nada,y los críos nos acercábamos para ver llegar el coche correo, como una novedad. Ver una cara nueva ya era una distracción, para los lugareños que vivíamos en una aparente autarquía en una pequeña aldea. Recuerdo de manera borrosa a tres mozos del pueblo que marchaban a la guerra alegremente, esos días del 41 como a una romería. La nuestra había terminado, pero estos "guerreros", sin experiencias se apuntaron a La División Azul para combatir a los rusos al lado de los alemanes. Uno, el hijo de mi maestro un joven barbilampiño que no volvería jamás, los otro tuvieron más suerte. Con apenas seis años eran tiempos de juegos infantiles en los verdes cercados que florecían al rededor del pueblo, donde perseguíamos a las lagartijas u otro bicho que se terciara, entreteniendo el hambre. El viejo reloj del pueblo nos marcaba la pauta con su tono repetitivo ycansado que nos alegraba si era la hora de comer. No tanto las austeras campanas que podían anunciar fiesta o duelo. Todo el decenio lo ocuparía como párroco don José, que no era santo de mi devoción. No se mezclaba con el pueblo. Solo al morir su progenitor donó dos pesetas a las familias indigentes para que lo recordaran. Esos tiempos de grandes carencias terminarían por endurecérnos a los que logramos sobrevivir. Las dolencias, solas se curaban. Los mocos o los sorbías a con dos dedos los lanzabas lejos, y si por la mañana salias con una tos cavernosa y productiva por un resfriado.El esputo salia disparado a la calle sin destino fijo. Así de crudo aunque parezca osceno. Era todo lo que habíamos aprendido en ese ambiente donde las vacas podían defecar en tu puerta, aunque estas fueran ajenas. |