San Martín de Trevejo - Caceres

Tiñose el cielo de color granate
y el viento cabalgó veloz y altivo
agitóse la rama del olivo
y el pino se aprestó para el combate.

Cogió el pastor,asustado,su petate,
y corrió hasta el chozo primitivo,
sintiendose allí,preso y cautivo
de la feroz tormenta y de su embate.

Fuera quedaron las ovejas
y un hermoso mastín las defendía
sereno,sin mostrar ninguna queja.

Una chispa fugaz,artera e impía
vino a dar al mastín en una oreja
tras el trueno que quebró la noche fría.....

El pastor puede ser cualquiera,el chozo tambien y todo pudo ocurrir en San Martín en donde alguna tormenta me ha hecho estremecer.En todo caso es un homenaje al mastín fiel como ninguno a la hora de defender lo suyo y sin quejarse.