San Martín de Trevejo - Caceres

LLevó el cazador al hombro la culata,
giró el torso,erguido y en redondo,
asomó,nervioso,la cabeza entre la mata
y apretó el gatillo tenso y hasta el fondo,

La perdiz,que cerril y rauda remontaba
en su vuelo,rasante y ascendente,
fué a caer,cuando veloz atravesaba
un cerro en su volar,tan diligente,

Sonó su cuerpo en el suelo,en su caer,
rebotando cual pelota hecha de trapo,
era en la mañana, un hermoso amanecer,
y rodó por el suelo,hecha un guiñapo,

Impasible,sereno el cazador
llevó de nuevo el arma al entrecejo
apuntó,sin mirar,sólo al rumor...
y en el salto mortal..murió el conejo,

Se subió,poco despues,a un altozano,
y oteó a la diestra y la siniestra
oyó como un ronquido,muy cercano,
y el perro,"labrador",quedó de "muestra",

Esperó su acometer,fiero,atacando...
y al par que adelantaba su pié izquierdo..
disparó y lo vió caer,como llorando..
-el ronquido agonizante de los cerdos-

Supe,entonces,quien era el cazador
de perdices, de conejos y marranos,
era el gran maestro...el tirador...
al que todo San Martín le llama.."Nano"...

Pa mei amigu Nanu,con o que he pasau muy bos ratus y aunque ya ni bebi ni caza sigui sendu Nanu que ya e bastanti...El sabi que ei tiraba con a escupitita de espaldas y rumpia as butillitas.¿eh Nanu?