Pizarro - Caceres

Cuando “ Il Burattino” encalló en los arrecifes de la parte norte de la isla, todos los miembros de la tripulación resultaron ilesos.
Abandonaron la nave no sin antes recoger cuanto podría serles útil y las provisiones que la mar no les había arrebatado.
Se encaminaron hacia la playa buscando un lugar entre las palmeras para instalar un campamento.

- Mary… Mary…

La joven capitana giró su cabeza hacia la dirección de donde provenía aquel susurro que sólo ella parecía oir. Y entonces le vió .Estaba sentado en una roca haciendo señas con un pie mientras que con el otro chapoteaba en un pequeño charco intentado llamar la atención de Mary precisamente hacia el lugar donde sus extremidades se unían.

Se acercó a él y le preguntó:
- ¿Qué eres? ¿ Cómo sabes mi nombre?

-Lo que en esta materia refieren como más corriente los mitólogos, es que soy un tritón, mitad hombre, mitad pez. Yo también tengo un nombre. Me llamo “Pigrobello”.

Mary lo miró sorprendida al comprobar que estaba frente a la criatura de la que tanto había oído hablar a sus mayores y a la gente de mar. Le maravillaba que hablase su idioma y que además su parte humana estuviese situada de cintura para abajo.
Inesperadamente Pigrobello la rodeó con sus piernas arrastrándola mar adentro sin que ella pudiese hacer nada por evitarlo.

Cuentan que Mary conseguió escapar de la gruta donde había sido forzada a cohabitar durante veinte años con el tritón aprovechando que Pigrobello estaba en período de recuperación por el mal estado de salud que le producían las transformaciones de su propia naturaleza híbrida y muy disgustado porque ella marchaba sola y embarazada.

Mary se hizo a la mar en un pequeño bote que había construido con materiales de posteriores naufragios que las mareas arrojaban a los pies del acantilado.

Algunas sirenas (de las que son mujer por arriba y pescao por abajo) consolaron y asistieron a Mary que se encontraba a punto de dar a luz, como así sucedió tres horas más tarde.

De su desfallecido cuerpo brotó un resplandor que iba en aumento a medida que su criatura luchaba por nacer. Las aguas se tornaron cristalinas y diáfanas y su tono azul fue dando paso a un verde intenso, fosforescente.


Hoy, doscientos años después de todos estos sucesos, aún se recuerdan los amores y desamores de Pigrobello y Mary. En honor a los protagonistas se celebran fiestas de disfraces, se organizan banquetes de frutti di mare amenizados por bandas de gaiteros y ofrendas de monedinas de oro y plata.

Aunque el homenaje más importante y que perdurará en la memoria colectiva sea la costumbre de que una joven recostada en un jergón de hojas de maíz finja ser raptada por un ser de las profundidades y tener una iluminada descendencia.

MORALEJA: Los tritones siempre engañan a las navegantes confiadas. Y de la unión de ambos puede nacer cualquier cosa con alas (dodotis, ausonias o tena-ladys).
¡Ah! Y no todas las "Marys" son "tan inocentes" como nuestra protagonista.