Pizarro - Cáceres

Hoy estoy triste, después de lo ocurrido en Japón el viernes no puedo sentir otra cosa, quizás mañana pueda alegrarme por el homenaje de Doña Josefa o hacer un comentario a las fotos del carnaval pero hoy no puedo más que estar muy triste, en un primer momento ante la visión de semejante espectáculo sólo podía decir: ¡Hostías!

Pero ahora después de unos días, puedo decir más cosas. Siempre había visto a los Japoneses como lo que son unos tipos simpáticos y trabajadores con un rostro parecido, incapaz de distinguir a unos de otros, estos días están pasando muchas cosas y muy importantes en las vidas de mucha gente, para ellos nada volverá a ser igual y yo creo que para nosotros tampoco, estamos habituados a pensar que con los avances tan espectaculares que ha dado el ser humano lo podemos todo, y se demuestra una vez más que no, no lo podemos todo, si acaso muy poquito.

Además del terremoto y del tsunami se añade el peligro nuclear y pese a estar amenazadas las vidas de muchas personas yo no dejo de pensar en los trabajadores que están intentando que el daño sea el menor posible, aun a costa de poner en muy serio peligro sus vidas... como es más que evidente, ¿Es tan grande el sueldo de un operario, un soldador o un ingeniero como para asumir tan alto riesgo personal? Ya digo yo que no, sin embargo algo impulsa a unos pocos a sacrificar sus vidas o ponerlas en mucho peligro..., por otros muchos, y eso es algo muy grande.

Ver con que facilidad se convierten en astillas cientos de casas, como otras son arrastradas enteras de sus cimientos, o contemplar a decenas de coches blancos dando tumbos entre barcos soberbios es una cura de humildad para el ser humano, triste es que a base de tanto dolor y sufrimiento podamos sacar alguna enseñanza. He aprendido que detrás de unos rostros de aspecto impasible, hay personas, he aprendido que la distancia que nos separa es mucha, pero ante un dolor tan grande, no dejamos de ser iguales, porque a ellos les duele, tanto o más que a nosotros cuando perdemos a alguien o lo perdemos todo, sin duda es este un pueblo acostumbrado a sufrir, es mucho lo que pasaron y a la vista está que es mucho lo que les queda por pasar, pero su capacidad para resolver problemas es mucha y yo solo deseo que puedan recorrer este duro camino que les queda por delante y por eso elegí esta foto para regalarles la idea de que siempre hay caminos que albergan una gran belleza como es el que se ve aquí y que deseo puedan contemplar en un futuro, espero que cercano.

Que tengan suerte, al menos a partir de ahora..., les toca.

Perolo, después de lo que tú has dicho poco se me ocurre a mí.

Además lo has explicado muy bien. Es terrible lo que la Madre Naturaleza puede hacernos en apenas segundos y lo peor, las secuelas que pueden quedar a los supervivientes, que tardarán años en volver a ser lo que fueron.

Cuando pasa una catásfrote de tal magnitud no puede uno dejar de pensar en las fruslerías por las cuales a veces nos preocupamos. No somos conscientes de que estamos a merced de los fenómenos naturales y no tan naturales y que contra eso nadie está seguro.

Esperemos que esto no empeore y pueden remontar lo antes posible.

Siempre he oído que el pueblo japonés es un pueblo culto, respetuoso y educado como el que más. Se merecen la mejor de las suertes.

Muy acertado tu comentario sobre lo acontecido en Japón Sr. Perolo.
Para mí han habido tres sucesos que me han encogido el corazón especialmente: Los sucesos de Japón, los de World Trade Center de Nueva York y el atentado de los trenes de Madrid. Con la diferencia que este de Japón ha sido por causas de la naturaleza y los otros fueron obra del fanatismo y barbarie más absoluta.

Algo de diferencia he visto también entres las tres desgracias, si se han dado cuenta, en esta de Japón, a pesar de las imágenes que nos han puesto y de los miles de seres humanos que han fallecido, creo que ni un solo cuerpo fallecido han mostrado las imágenes, a diferencia de lo que pasó en Nueva York y sobre todo en Madrid donde las imágenes de cuerpos mutilados estaba a la orden del día. Definitivamente la cultura Japonesa es diferente a la nuestra.

Solo espero y deseo de todo corazón que este noble pueblo salga lo más pronto posible de esta “pesadilla” que les ha tocado vivir.

Saludos, Toya.

A las buenas tardes a todos. Como en nuestro pueblo están las puertas cerradas os lo digo por aquí, ya teneis las fotinos de las migas en Abertura en Red, no son ni mucho menos tan bonitas como esta que nos ofrece Pizarro, ¡ lástima que el tema que sigue no sea tan bonito, una pena de verdad, pero podemos hacer tan poco¡Besines.