Pizarro - Caceres

Un hombre trabajaba hacía muchos años en una fábrica de enlatados.

Un día le confesó a su mujer que estaba poseído por una terrible obsesión, un impulso incontrolable de meter su pene en la cortadora de pepinos. De meterlo ahí y que pasara lo que tuviera que pasar.

Espantada, la esposa le sugirió que consultara con un psicólogo, que no era normal que quisiera meter su miembro en la cortadora de pepinos.

El marido prometió que lo pensaría, pero continuó repitiéndole a la esposa el mismo cuento, hasta que ella, aburrida, un día le dijo:

- Pues mételo en la cortadora de pepinos y no me fastidies más... ¡¡¡Es tu problema!!!

Al día siguiente, el marido llegó a casa cabizbajo, profundamente abatido.

- ¿Qué pasó? le preguntó la mujer, preparándose para lo peor.

- ¿Te acuerdas de mi compulsión de meter el pene a la cortadora de pepinos?

- ¡Oh, no! - gritó la mujer - ¡dime que no hiciste eso!

- ¡Sí, lo hice!

- ¿Oh Dios, y qué pasó?

- ¡Me despidieron...! - respondió el marido.

- Y, ehhh ... La cortadora de pepinos ¿Que te hizo?, ¿Te lastimó?

- NOOO... A ELLA TAMBIEN LA DESPIDIERON!!

Pobre mujer, y encima se preocupaba....

Este chiste tiene mucha guasa pues te llevas todo el tiempo imaginando que la cortadora de pepinos es una máquina, y era nada más y nada menos que otra compañera, jaja. Muy bueno.

Bueno, ahora que le diga la mujer que se vaya al paro con la cortadora de pepinos y que se busquen la vida, no?

No toya, ese castigo hoy es casi el pan nuestro de cada día, yó ya que no era cosa de máquina, lo hacía a mano a estilo salchichón.

Hay que ver Dr. Avicena, Vd., tan formal y me tiene todo esto alborotado, desde luego yo según iba leyendo me decía para mí: este es capaz de poner semejante cosa en la cortadora de pepinos y luego ha resultado que la cortadora no es tal sino "cuidadora" pepinera.

Toya, que nosotros somos muy inocentes para estas cosas, que te digo yo que no podemos ser buenos.

Pero la Bertu...anda que vaya ideas que tiene, lo mismo es capaz de utilizar el cuchillo que tenía su padre para las matanzas y emplearlo en trocear lo que no hizo la cortadora de pepinos...¡¡Qué miedo me das!!.

Mucho cuidadito con Bertu., que seguro que ha ido a muchas matanzas y sabe utilizar bien las herramientas.

Muy bueno el chiste, Avicena, aprovecho este post para saludarte y prevenirte de que hay por ahí unas bodegas de dudosa reputación que hay que intentar confiscar de algún modo, te digo esto porque creo que aquí no nos oye nadie y estamos a salvo, ve preparando algo.

Respecto a la cortadora de pepinos....que quieres que te diga...yo no me lío con una cortadora de pepinos aunque se trate de una profesión, mira que una mujer que está tan acostumbrada a esas cosas...no se, no se... prefiero liarme con una pastelera o una vendedora de helados, porque si luego te sale sonámbula...no es lo mismo que de noche intente cortar un pepino a que intente probar un helado, !donde va a parar!, jejeje.

Saludos manchegos

¡¡anda que no es listo ni ná el manchego!! Tú si que sabes....

Y la imaginación que tiene.

Esto es un señor que va al médico pues le ha salido un granito en medio de la frente y está el hombre preocupado.

El Doctor lo mira y lo remira y le dice:

- Mire señor, lo que a usted le está saliendo en la frente no es un
grano, no.

- No Doctor?, y entonces qué puede ser?

- Lo que a usted le está saliendo en la frente es un pene.

- Un pene?, - pregunta todo extrañado el paciente -

- Y qué puede hacer Doctor?

- Mire buen hombre, lo que usted tiene que hacer ahora es viajar mucho
y ver todo lo que pueda, que cuando le salgan los dos huev... a los
lados ya no va a volver a ver nada más en la vida.