Piedras Albas - Caceres

Cuando era mas pequeño, viví en una gran casa, era un Lagar construido sobre el asiento de otro viejo.
El Lagar Nuevo estaba en una ladera, rodeado de viñas olivos y almendros.
Mi padre fue contratado como encargado de la hacienda, y allí nos fuimos a vivir.
Pronto el misterio se apoderó de mi, por las noches escuchaba en el doble ruidos que no sabía de donde salían,la ropa tendida en un enorme balcón donde nunca daba el aire, a veces, las sabanas parecían volar, mi pelota botaba y corría por el campo sin yo ni tan siquiera acercarme a ella.
La historia me vino a dar la razón,se decía que en otros tiempos, habitaron el viejo caserón una familia con un hijo y que en un viaje que hicieron todos desparecieron.
Contaban que el hijo regresó al lugar donde había sido feliz y que como era muy travieso se dedicaba a hacer sus travesuras en el viejo y después en el Lagar Nuevo.
De ahí, yo deduzco los misterios que me acompañaron en mi niñez, mientras vivía en aquel gran caserón.
Mi abuela a veces cantaba una nana a los niños que como matrona atendía.


Duerme mi niño que viene el duende
y roba a los niños que no se duermen
Duende, no vengas vete a otro lado
que ya mi niño duerme acostado
Duerme mi niño que yo no quiero
que venga el duende del Lagar Nuevo
Hasta mañana mi niño bueno
el duende duerme, no tengas miedo.

Para aquellos que sienten como el aire les atraviesa y la lluvia les habla en los oídos.
Para los que la envidia y el odio se borró hace mucho tiempo.
En definitiva para todos los de ese precioso pueblo.

Buenas noches amigos, lo digo en plural por que así parece que somos mas, yo recuerdo más bien, contando cuentos a mis sobrinos, en las noches de invierno, sentados al lado de la chimenea,parece propicio contar cuentos y a mí eso se me da bien, siempre sale el de "Maria, dame las asaduras que me quitaste el otro día" con lo que se asustan, pero así y todo nunca falta. Yo recuerdo esas tardes con especial cariño, con el miedo que pasaba cuando entraba en la casa e iba subiendo por las escaleras, tenia el corazón en un puño y cualquier ruido me desquiciaba por que tenía los nervios en el disparadero, yo prefería las adivinanzas o acertijos, eso si que era divertido y por ese motivo tengo yo esa tara de ensartarlos refranes, que dejo chico al refranero, bueno Karambano un placer. N.M