Navezuelas - Caceres

Una de las sensaciones más gratificantes que existe en la vida es la hospitalidad y ésta, es el reflejo de sus gentes en cualquier parte del mundo. Parece sencillo, pero en la práctica se está olvidando para dar paso a una xenofobia silenciosa, pueblerina y pueril, muy distante del trueque y el chato de vino que daba fe de la amistad entre nuestros abuelos.
Los pueblos de Las Villuercas son acogedores. He tenido la fortuna de estar en todos y cada uno de ellos, y además, hacer amigos en todos. Sin duda alguna, como ocurre con todos los seres humanos, nos unen más cosas que nos separan.

"No me importa de dónde vienes, me quedo con lo que eres"