Navas del Madroño - Caceres

En las vísperas del día de todos los Santos y del día de difuntos, me vienen al recuerdo aquellas giras de cuando éramos muchachos, la compra de las castañas en casa del señor Benedo, el acarreo de comercio en comercio de aquellas latas para hacer la merienda, con su correspondiente botella de La Casera, blanca, por supuesto, y el toque de ánimas durante toda la noche del día de los santos, con los monaguillos haciendo lumbre en la torre de la iglesia, monaguillos a los que había aleccionado el señor Julio, el sacristán, para dieran los toques correctamente. Y la visión del cementerio por la noche con todas las luminarias de aceite encendidas, todo un espectáculo fantasmagórico y que aún muertos de miedo no renunciábamos a contemplar desde la parte más alta de la carretera.
Propongo que comentemos aquellos recuerdos y otros comentarios sobre esos días.
Os dejo una poesía muy antigua, escrita por Antonio Texeira en 1903:

¡POBRE AMIGA!

Es una calavera desdentada
y por los años amarilla ya.
Muchas veces mirando aquel despojo
digo: - ¿De quién será? –
Yace en el fondo oscuro del armario
de roble en que mi abuelo la guardó
y en casa solo hay uno que la mire
con simpatía: ¡Yo!
Negáronla el reposo de la tumba,
y a mi lado se pudo refugiar
ya le tengo cariño, ya es muy vieja,
ya debe descansar…
Cuando el hastío de vivir anega
en lágrimas y hiel mi corazón,
la miro… y en sus órbitas vacias
fulgura la expresión.
Parece que la pobre despreciada,
adivinando su dolor en mí,
me quiere porque sufro… los vencidos
simpatizan así.

Saludos a tod@s

Yo recuerdo a los monaguillos, como tú dices, pidiendo, con cestos de mimbre, por las casas "...p'a las Ánimas Benditas". Recogian de todo, membrillos, granadas, pan, queso... y luego se veía durante la noche la torre iluminada con el fuego que hacían allí.

Recuerdo también a Don Pedro, acompañado por los monaguillos, rezando los responsos con el hisopo del agua bendita, de panteón en panteón donde le pedían ofreciera el responso...

Y recuerdo el cementerio, cuando aún se enterraba en la tierra, con las cruces y el montículo que cubría la tumba, llenos de flores de panes y quesos, con aquel olor tan característico.

Saludos.

Es cierto Caballero todo eso que comentas sobre el dia de los difuntos,todas esa vivencias de la infancia que afloran en nuestra mente en forma de recuerdos cuando llegan estas fechas.
Yo tambien recuerdo a los monaguillos acompañados de otros muchachos que se unían a estos pidiendo por las casas y la gente solían darles granadas, membrillos,alguna tableta de chocolate etc,que luego ellos consumian por la noche en el campanario de la torre.
Tambien recuerdo lo del fuego arriba en la torre toda la noche encendido acompañando a estos muchachos que no pasaban de los trece o catorce años, unos monaguillos y otros amigos de estos,¡Que peligro¡ eran otros tiempos.

UN SALUDO.

Yo recuerdo de cuado era chico las giras, a la peña de la resfalaera, al punto de mira, que buenos recuerdos tengo con mis amigos de lainfancia.

Como te gusta recordar,eh sacaco.Como dice quique pediamos con cestos de mimbre,pero aparte de los membrillos,granas,melones,pan y en algunos comercios,como el de la clara(eso no se olvida)una tableta de chocolate,habia mujeres que nos daban dinero,el cual echabamos en el hisopo.Eso si,todo el mundo daba algo y se preocupaba porque esa noche doblasemos bien las campanas por sus difuntos.Les bendeciamos el zaguan y corriendo pa la iglesia a repartir las perras,que rapidamente invertiamos en los futbolines de Nicolas y las golosinas de la Juana la del estanco.
Eso si, por la noche cumpliamos bien nuesto cometido y nos tirabamos doblando las campanas hasta las 8 de la mañana que es cuando venia Paco el cura con los churros.
Que buena pareja haciamos al futbolin,eh sacaco.Un saludo

Asi es 7777F,pasamos gran parte de nuestra infancia en la iglesia,subiendo a la torre,bajando,en la scristia,allí es donde desarrollabamos nuestros planes,nuestras charlas, nuestros secretos de pandilla no salian de aquellas cuatro paredes,la iglesia era nuestra segunda casa.

SALUDOS.