Navas del Madroño - Caceres

En poco más de cien años hay que ver como ha cambiado la actividad laboral en España y sobre todo en nuestros pueblos. La segunda etapa de la revolución industrial, desde finales del siglo XIX a principios del XX, liberó al hombre de ciertas tareas manuales que venía desempeñando con mucho esfuerzo y dio origen a profesiones u oficios que mejoraron la economía de nuestras ciudades y pueblos.

Hoy, ya no tienen nada que ver los oficios actuales con los que se desempeñaban entonces; nos ha invadido otra revolución, la tecnológica, que ha mejorado las formas de producción y ha suplido a muchísimos de aquellos servicios y tareas que se realizaban en su mayoría de forma manual.

Esta introducción de la conversación me ha servido para daros a conocer los oficios y profesiones que se desempeñaban en Navas allá por los años 1905 - 1908 y vosotros mismos podéis comparar aquel tiempo con el de ahora y ver como han desaparecido la mayor parte de aquellos oficios. En algunos de ellos observaréis el gran número de personas que lo ejercían, teniendo en cuenta que la población de Navas era entonces de 2861 habitantes de hecho y 2880 de derecho.

Estas eran las profesiones y oficios, y las personas que los ejercían, según se recogía el Anuario del Comercio y la Industria de 1908:

Abacerías: Eugenio Pascasio y José Pascasio.
Abogado: Ildefonso Bonilla.
Aserrar maderas: Gregorio Terrón.
Carpinterías: Agustín Barroso, Antonio Barroso, Gregorio Barroso, Gregorio Terrón, Francisco Cava, Abelardo Macías, Nicomedes Mirón y Claudio Pache.
Construcción de carros: Antonio Durán.
Casinos: Antonio Medina y Eugenio Pascasio.
Cervecería[/u]: Pedro Barroso.
Comestibles: Eugenio Pascasio.
Comercios de tejidos: Leonardo Concha, Marcial Macías y María Moreno.
Comisionista: Pablo Hernández.
Cosecheros de aceite de oliva: Epifanio Alarcón, Ildefonso Bonilla, Manuel Galán, Juana Galán, José Gómez, Teodoro Moreno y José Barroso.
Cosecheros de cereales: Marcial Macías y Zenón Rodríguez.
Cosecheros de vinos: Francisco López, Antonia Pardo, Viuda de Patrón y José Rodríguez.
Diligencia a la estación: Damián Frades.
Ebanisterías: Gregorio Terrón y Jacinto Cava.
Escuelas municipales para niñas: Ángela Gutiérrez y Lorenza Nuñez.
Escuelas municipales para niños: Vicente Chaparro y Pablo Hernández.
Estanco: Maximiliano Fernández.
Farmacias: Francisco Munley y Ángel Vergara.
Ganaderos: Ildefonso Bonilla, Evaristo Galán, Nicolás Galán, Manuel Galán, José Gómez, Cipriano Rodríguez y Zenón Rodríguez.
Herrerías y cerrajerías: Dionisio Barroso, Julio Bertol, Ángel Cordero, Francisco Ávila, Ignacio Durán, Pedro Moreno y Dionisio Paz.
Hierros y otros metales al por mayor: Leonardo Concha, Marcial Macías y José Rosado.
Hojalaterías: Andrés Moreno.
Maestros albañiles: Casimiro Barrera y Guillermo Teomiro.
Médicos: Tomás Ceballos y Gonzalo Quirós Ceresoles.
Mercerías y pasamanerías: Francisco Niso, Mariano Ricafort, Pedro Rodríguez, Leonardo Concha, Rufino López y Viuda de Vivas.
Molinos de aceite de oliva: Ildefonso Bonilla, Manuel Caballero, Cipriano Rodríguez y Epifanio Alarcón.
Molinos de harina: Andrés Domínguez y Victoriano Plaza.
Posadas, paradores y mesones: Norberto Barroso y Julián Ratón.
Practicantes de medicina y cirugía: Fabriciano Castellano, Francisco Corchado y Martín Rosado.
Sastrerías: Antonio Medina, Juan Caballero, Fermín Domínguez, José Jiménez y Manuel Jiménez.
Tabernas: Leandro Plaza,
Veterinarios: Agustín Caballero, Maximiliano Fernández y Andrés Pascasio.
Zapaterías: Claudio Bravo, Ezequiel López, Aquilino Cabrera, Serafín Galán Conchas, Fabián Iglesias, Juan Macías, Antonio Moreno, Pedro Moreno, Miguel Pino, Acacio Pulido, José Pulido, Aniceto Talavera, Marcelino Torino y Antonio Tostado.

Además de estos oficios estaba el “Elemento oficial”, que aquel año lo componían:

Alcalde: D. Telesforo Alarcón Macías.
Secretario: D. Ricardo Terrón Sánchez.
Juez Municipal: D. Ildefonso Bonilla Blázquez.
Fiscal: D. Andrés Pascasio Moreno.
Secretario judicial: D. Fulgencio Díaz Camisón.
Párroco: D. Telesforo Miguel Echavarri.

Saludos a tod@s

Bueno, problemas para encontrar zapatos no tenian.

Los zapatos no sé si los comprarían, pero al señor Gregorio Terrón Vinagre, el del almacén de maderas, le quemaron el taller que tenía en la calle Cañada, en los números 44 y 46, la que hoy es Coronel Guillén. Fue el día 29 de agosto de 1911, cuando los autores del incendio saltaron la tapia de tres metros del patio de la casa y prendieron fuego a las maderas. Las pérdidas que le causaron al señor Gregorio fueron valoradas en 11.000 pesetas (de entonces). No hubo desgracias personales pero el vecindario que acudió a sofocar el fuego apenas pudo salvar parte del material allí depositado.

En otra conversación de este foro narré también el incendio de un pajar y una casa; por lo que se ve, en Navas, no faltaban pirómanos en aquella época.

Saludos a tod@s

Y no fue el de Gregorio Terrón el único incidente que por aquel entonces soportaron los industriales de Navas que aparecen en el listado. Otro caso fue el de Francisco Niso, propietario de mercería. Pues bien, este buen hombre vio asaltado su comercio la noche del 20 de marzo de 1887 y se lo dejaron más limpio que la patena. No voy a poner la relación completa de efectos que le sustrajeron pues ocuparía mucha extensión, pero sí anotaré los que más me han llamado la atención por su peculiar denominación, por su tipo de medida y también por su originalidad.

Según se narraba en el sumario del Juzgado de Instrucción de Garrovillas, algunos de los efectos que los cacos se llevaron aquella noche fueron los siguientes:

- Diez varas de bayeta sevillana grana.
- Diez varas de bayeta sevillana café.
- Cuarenta varas de bayeta guinda.
- Ciento treinta varas de bayeta frisa de varios colores.
- Setenta varas de tartanes franela.
- Dieciocho varas de franela novedad.
- Doce de merinos negros.
- Ocho de lana negra cien centímetros.
- Una manta cuatro libras.
- Veintiséis pañuelos manta ocho cuartas.
- Uno idem. siete cuartas pelo rata.
- Cuarenta y ocho pañuelos percal cinco cuartas de la cabeza.
- Ocho pañuelos cinco cuartas café asargado cenefa.
- Doce pañuelos píos de diez cuartas.
- Seis pañuelos franceses de ocho cuartas.
- Cincuenta cretonas oscuras manchadas.
- Cuarenta zaraza conchas fondo encarnado.
- Tres piqué blanco listado.
- Veinticuatro batista camisas.
- Dieciséis laneta para faltriquera.
- Setenta olancete negro.
- Dieciséis coco asargado.
- Veinticinco rosa y tierra cuatro cuartas.
- Un sable antiguo.
- Dos sacos con plata y calderilla que contenían seis u ocho duros, con más dos duros columnarios, dos pesetas sueltas y una moneda de dos reales, con seis reales más en monedas de diez céntimos.

Según he recontado en la relación del sumario, el número de piezas que aquella noche se esfumaron del comercio del señor Niso fueron en total 365 varas de tela y 843 piezas sueltas. Todo un desastre en aquella época en que los seguros no estaban ni en la memoria.

Saludos a tod@s