Logrosán - Caceres

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Ética en la caza

Hoy la caza se ha generalizado de manera notoria entre amplias capas de la población. No sólo la caza menor, de más fácil acceso para el habitante de las áreas rurales, sino también la caza mayor, antaño muy reservada a estratos muy privilegiados de la sociedad.

Dentro de todo el mundo de la caza mayor, indudablemente es La Montería la forma de caza por excelencia en Extremadura, y donde se abaten hoy la mayor parte de las reses; muy probablemente del orden del 90% del total.

Los cazadores en estas monterías están obligados, por razones éticas y de seguridad, a seguir unas rigurosas normas de conducta, ya sea en la puntualidad a la cita, de camino al puesto, en el mismo puesto, a la hora de disparar o en la reunión posterior. No es fácil saber comportarse correctamente en una montería; también en esto la veteranía es un grado. Para cumplir estas normas éticas y de comportamiento, y al igual que en otros muchos ámbitos, los cazadores tienen su propio Manifiesto que puede compararse a los códigos del periodista, del médico, o cualquier otro tipo de profesional.

Pero en las últimas décadas, la montería está cambiando, se está comercializando en exceso. El cazador actual caza con prisas y con ansias, muchos se creen con derecho a todo por el simple hecho de portar un arma, caza más preocupado en cuestiones del puro matar que de otras cuestiones que son en definitiva mucho más importantes en la caza, como el compañerismo, el simple hecho de pasar una jornada agradable en el campo, disfrutar de la amistad y de ratos incomparables... En fin, que se puede decir que hoy la caza es algo mecánico y que quiere eliminar lo principal de la caza: el azar, el riesgo de fracasar ante los animales o en definitiva pasar un buen día en la naturaleza. Para muchos no hay caza si el resultado está asegurado; pero muchos de los que hoy "se visten de cazadores" no son tales ¡ni de lejos!.

En todo caso, la cultura montera debe ser reconducida a una orientación diferente, a recuperar los usos, tradiciones, costumbres, y resultados de las verdaderas monterías, por el bien de la Caza y por el bien de la Naturaleza, de eso trata el Manifiesto, muchos de sus puntos tratan estos problemas y de cómo evitarlos. Hay que dar de lado a todos esos "carniceros cazandangas matalotodo", que tanto dañan a los que verdaderamente aman, cuidan y miman La Montería tradicional española.