Casares de las Hurdes - Caceres

Por el año 1918, hubo una terribe pandemia, llegando a desaparecer familias enteras.
Cuando moria alguien, lo enterraban enseguida. Se dieron muchos casos de entierrar personas, que no estabán del todo muertas, por lo que se publicó una orden en la cual decía que no se podía enterrar una persona en menos de 48 horas de haber fallecido (ahora está en 24 horas), para evitar casos tan trajicos.
En Jurde "murio" un hombre, lo tumbarón sobre un tapabocas que se había doblado sobre unas paribuelas, estas a hombros de cuatro forzudos voluntarios, echan andar con los familiares, vecinos y amigos detras.
Había costumbre de hacer por lo menos tres paradas, una en la encina de Jurdechico, otra en la Cruz de la Ropascual y otra arriba de la cuesta del Lombojurde, estas paradas se hacían para cambiar el turno de los de las paribuelas, y rezar alguna oración al difunto.
Entonces la Ropascual, se cruzaba a chanco (porque calzaban chancas), no había puente.
Al pasár el cortejo funebre, por debajo del Castañogacho, el que iba sobre las paribuelas, se ve de que se le había pasado la calentura y se incorpora, se agarra a una rama del castaño y todo atonito y perplejo, preguntando qué es lo que pasaba y a donde lo llevabán.
La gente entre incrédula y atemorizada, no se creían lo que estaban viendo.
El entierro se volvió en chascarrillo y recocijo, todos para Jurde comentando y frotandose los ojos de lo que acababan de ver.
Pasados unos años, este que no tenía hijos y si mujer, "volvió a morirse", lo echán sobre las paribuelas que cargan entre cuatro y avanza de nuevo el cortejo entre las miradas y comentarios de algunos.
Al pasar por el Castañogacho, todos en silencio, menos la viuda que dice:
- Cuidao, tener mucho cuidao, no sea que se guelba agarrar al Castaño como la otra vez.-

Hola Juan: Yó, de pequeño oí decir a tio Andrés criao, que lucho con el Diablo en el puente de la Cabachuela.
Decia, viniendu de la Rosiguh de buscar una carga de Encina, al llegar al uenti de la Cabachuela, mire a ver si torcial la carga y veu que habia un hombri agarrau del rabu del burru. Me di la vuelta y me enganche con el con el Destral.
Decia tiu Andrés que estubu mas de dos horas luchandu con el Demoniu hasta que desaparecio.
ALGUNA VEZ LO COMENTAMOS EN LA ESCUELA Y NOS DECIA EL MAESTRO QUE ESO ERAN ALUCINACIONES DE AMBRE QUE SE PASABA.
LA VERDAD ES QUE LOS MUCHACHOS NOS QUE DABAMOS EMBOBADOS VIENDO CONTAR RELASTOS A TIO ANDRÉS, QUE EN PAZ DESCANSE.
SALUDOS.

Queridu primu Juan:de chiquininus mus poniamuj enel muru del cementeriu escarrapichaus mirandu ende lejus, con güen zurru nel cuerpu,cumu escarbaba el joyu, sin pena ni jansia el sepultureru; y de golpi porrazu caycuandu salía algún güesu y clisaus pa la joya güevatuj y derritius de mieu..., viamuj la calabera de los mis agüelus.(Esu si que era curtí el pelleju).
salú y suerti pa to la jamilia.

Hola vsj:
Tiò Andres era muy dado a contar esas histoias que a los muchachos nos ponian los pelos de punta, también creo que era buena persona, aunque no fuera nunca a misa. El siempres a lo suyo, sin meterse con nadie.

jamama:
Veo que tambièn tu pasastes algùn zurro que otro si bien menos que otros que yo conozco. Entonces se daban màs milagros y fantasmas que hoy ¿porque sera?.Cordiales saludos JUAN.