Caminomorisco - Caceres

Se trata del denominador de una nueva y feliz iniciativa por parte de la Junta, con la que se trata de divulgar el patrimonio, los valores, las posibilidades y las sensibilidades del ámbito rural de Extremadura. Una imperiosa necesidad para unos nuevos tiempos en los que el sector rural necesita no ya la divulgación de sus riquezas, comenzando por la humana, si no de la defensa de las tierras, del trabajo, de las industrias, de los servicios.

Un tema, la hondura, importancia y posibilidades del sector rural de la región, en el que venimos insistiendo con esa frecuencia precisa para que nadie, comenzando por los rectores políticos, olvide la importancia patrimonial existente en sus entrañas.

Un conjunto de valores de tantos esfuerzos y sacrificios, así como una inmensidad de sensaciones, en todas sus manifestaciones, y que van desde la historia hasta la socieconomía, desde la riqueza costumbrista hasta el desarrollo dinamizador industrial, desde la tan denostada y minusvalorada agricultura y la ganadería hasta la recuperación demográfica. O sin ir más lejos, que el núcleo social de las grandes poblaciones y ciudades, tenga constancia que el sector rural extremeño quiere potenciar sus posibilidades y expectativas

Como premisa hemos de señalar que se hace preciso luchar porque la palabra pueblo, de una extraordinaria importancia, y más en Extremadura, no debiera de llevar consigo el significado de lejanía, de olvido, de aniquilamiento. Bastante se sufrió y padeció con los procesos migratorios que asolaron y devastaron un sinfín de pueblos extremeños que hoy caminan entre la despoblación y el envejecimiento.

El confín del patrimonio rural de Extremadura, con la profundidad de sus paisajes, de sus ámbitos tradicionales, de sus itinerarios histórico-artísticos, necesitan de esas premisas de la convicción social, de que es preciso el rearme moral contra el anquilosamiento de sus estructuras y que han aportado una enorme contribución a la solidaridad de España.

Como resulta el impresionante dolor de tantas separaciones familiares. Para que otros, por ejemplo una buena parte de la clase política catalana, un continuado y desmedido egoísmo contra los demás pueblos, sigan persiguiendo, solo, su beneficio, su identidad, su conciencia regional y su prosperidad.

Una campaña, Somos rurales y a mucha honra, con la que se pretende abrir el visillo y el telón de esos hombres y mujeres, de esos jóvenes, de esos niños que anhelan continuar viviendo, porque es de justicia, en la tierra en la que les parieron. Entre sus gentes, sus horizontes, sus tractores, sus montañas, sus aves, sus tertulias, sus silencios, su cabildeo, sus tutes, sus repiques de campana, sus rebaños a campo abierto, su futuro.

Pero la campaña de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, de muy nobles objetivos, lo que es muy agradecer, debe de complementarse con la de la impartición de la mayor justicia con el sector rural. Un sector con el que toda Extremadura y España entera se encuentra en deuda.

A ver quien es el guapo/a que trae gente, industriasy desarrollo