Metástasis de excesos en el PSOE de ZP Cuando se ha alcanzado la cima del desprestigio y lo único que le queda, al que la ha coronado, es descender por la escarpada y abrupta pendiente de la indiferencia y el desprecio; puede que algunos gobernantes experimenten esta sensación interior de vacío total, que les impulse a cometer necedades como si, con ello, pudieran remediar su destino final que, en el mejor de los casos, sería merecer el olvido de los ciudadanos porque, señores, el ser recordado como un gobernante que ha sido capaz de transmutar una nación próspera, respetada internacionalmente y bien dirigida, hasta transformarla en un país de tercera fila, convertido en la preocupación de la Comunidad Europea –que teme que pueda ser la causa de la caída de la moneda europea –, con la lacra de casi cinco millones de parados y, en una situación de endeudamiento tan preocupante que, posiblemente, deberán ser nuestros nietos quienes deban cargar con las consecuencias de esta política absurda, propia del gobierno socialista que viene ostentando el poder desde hace siete años, en esta depauperada España en la que nos ha tocado vivir. Ya, el maestro J. Ortega y Gasset, en su obra “La rebelión de las masas”, afirmaba que “una estupidez no se puede dominar si no es con otra”. |