Para ti, mujer abnegada, mujer trabajadora Para ti mujer, va hoy esta flor y mi canción Para ti, dulce, tenaz y sacrificada luchadora Para ti, todo mi respeto y toda mi admiración Los diarios nos mencionan a mujeres famosas Nombres grabados a fuego y oro en la historia Cantan loas a sus logros, a sus grandes cosas Nos hablan de sus virtudes y de sus memorias Pero yo quiero cantarte a ti, silenciosa luchadora Que te levantas la primera, al atisbar los rayos del sol Mujer de mil nombres, de mil caras, de mil horas Compañera en la lucha y con tiempo aun para el amor A ti, que día tras día vas al hospital, a la oficina Al campo, a la fábrica, a la calle, al mundo a remar A ti, que aunque llegas a casa extenuada, rendida Todavía guardas una sonrisa y reservas para amar Me viene este canto de lo más profundo de la vida Acumulado estaba el homenaje a tan maravilloso ser Muchos versos había escrito, pero a ti te lo debía Tú, mujer, eres la bella poesía que le da la música a mi vida, La música, que de mi lira brota con amor y cariñosas notas. Tú, poesía, la armonía en persona, te apoderas de mí como ladrona. Y cuando estaba mustia el alma mía llegaste a devolverme la energía. Tú, mujer, acompañas mi biografía, aliviando mi dolor y mi agonía. Por tu belleza, la de una rosa roja, me inspiraste a volar como gaviota. Tú, poesía, que mi palabra coronas, con la bondad y el amor del que perdona, estás siendo en mi boca la ambrosía que al espíritu me otorga mejoría. A ninguna de las dos rechazaría, pues como almas mellizas, parecidas, me conquistan de forma provechosa, pues mujer y poesía: son hermosas.