Aldeanueva de la Vera - Caceres

Confirmado a las 3 de la maÑana sera para madrid

Pues que lo disfruten, porque futuro, lo que se dice futuro, yo no le veo a ese proyecto, igual que a Barcelona World, una inversión mastodóntica y luego piden rescate al gobierno...¡¡¡increíble!!!

Rescate se ha convertido en una palabra mágica que contiene retruécanos. Un rescate se paga cuando viene referido a un secuestro, de forma que la liberación no es tal sino un intercambio condicionado por un chantaje. Así estamos.

Las palabras cada vez son menos inocentes. Están cargadas de intenciones ocultas y la manipulación radica en la repetición carente de precisión. Nos van a rescatar a cambio de pagar otro importante resarcimiento para quienes nos han conducido esposados hasta aquí.

Estamos secuestrado por la misma realidad que le impide gobernar como quisiera el presidente del Gobierno. Es una realidad impuesta por un modo de entender la economía y la sociedad. La especulación inmobiliaria no fue un fenómeno natural ni espontáneo. Es verdad que fue una enfermedad contagiosa en forma de pirámide. Quién compró una casa también quería ganar en un juego en el que los últimos se quedaron sin recompensa. Los tiburones se lo comieron todo.

Ahora se nos pide pagar la penitencia, pero el reparto de los costes no será homogéneo ni solidario. De nuevo la guadaña de los ajustes caerá sobre la ciudadanía.

Lo peor es que la lección no ha sido aprendida. El ladrillo ya ha hecho aparición como señuelo redentor. Ladrillos en Madrid y en Cataluña para atraer a visitantes que vacíen sus bolsillos en la ruleta y en el tiovivo. No hay I+D que se ampare en los casinos, salvo la investigación del cálculo de probabilidades para que la banca gane cuando se grita el “no va más”.

Si la llegada de Adelson a Madrid es la garantía de las confianza mundial en las reformas de Rajoy, el mensaje confirma la trampa. El paradigma del modelo más conservador del capitalismo es aclamado en Madrid. Enrique Bañuelos, un tiburón inmobiliario, es la solución para Cataluña. Lo que se nos ofrece es ser una sucursal de Macao en el sur de Europa y más cemento para encubrir el futuro.