Alcuéscar - Caceres

Ayer por la mañana llegué al pueblo y le eché una ojeada al libro de las fiestas del Rosario y leyendo las saludas insertadas en el mismo, me llamó la atención una en particular, la de la sociedad de cazadores.
En principio no entendía muy bien el significado de la misma, puesto que no estoy al día en lo que a esta sociedad se refiere. Luego fuí preguntando por el pueblo a varios conocidos y me sorprendió mucho lo que me contaron.
Me sorprendió puesto que va dirigida a tres señores de esta localidad que por lo visto creen que pueden negociar con los intereses de cientos de personas, que lo único que pretenden es disfrutar del deporte que les gusta. Me sorprendió que a estas alturas de la vida pueda haber gente tan ruín como para venderse por unos cuantos euros.
Lo que no me sorprendió para nada fue cuando me dijeron quienes eran esos tres individuos, y entonces pensé para mí, qué podía esperar de semejantes " CAZADORES ".

La verdad, yo llevo treinta años en una sociedad local de cazadores y jamás se ha dado un caso de estos. En una sociedad como la nuestra no hay personas tan avariciosas como se está demostrando en esta. Y lo que mas gracia me hace es que presumen de tener lo que no tienen : VERGUENZA.

Un saludo para todos los cazadores de Alcuéscar y en especial para el Presidente de la Sociedad, que ha demostrado tener lo que casi todos los hombres tienen.
Ahora mas que nunca es cuando os debeis unir, para que todos estos " cosarios de la caza " sean expulsados de una asociación que tan sólo quiere ejercer su derecho a ser felices un rato en el campo.

ESTOY COMPLETAMENTE DE ACUERDO CONTIGO,Y LAS COSAS BIEN DICHAS.....BIEN PARECEN

a sido muy feo

lo que ha sido muy feo. que ha pasado en la sociedad, porque algunos piensa que es un coto privado. que es lo que ha pasado.que me interesa, que soy cazador y socio de la sociedad de alcuescar. y no me entero de nada porque estoy fuera.

que viva la sociedad de cazadores de alcuescar y su patrona

Aquí lo que pasa es que un maestrillo rastrero, al que no aguanta ni Dios, un empresario sin empresa, que anda a la pata coja y un fachilla de cromo que es el único amigo que le conocemos al empresario, se han metido a tratantes de tarjetas de caza para señoritos andaluces.

Eso sí, en vez de pagar por una finca e invitar a sus amigos, lo hacen con la sociedad de cazadores del pueblo para que no les cueste un puñetero duro. Mas o menos lo que llevan haciendo toda la vida, chupar del prójimo para pegar tiros sin pagar un duro.

De todas formas sólo tienes que fijarte en cualquiera de los tres. Simplemente son gente a la que nadie mira a la cara.

Claro que estos tres sólo siguen los pasos del Mari Pili ese que trajo a cazar a los de las ruedas.

Que agusto me he quedao.
He dicho.

Me alegra tu satisfacción' de vez en cuando hay que decir las cosas claras aunque algunos les duela.