LEYENDA DE UN BANDIDO EXTREMEÑO Buenas tardes a todos. En mi busqueda de breves relatos con los que entretenerme, me he encontrado esta leyenda sobre un bandido extremeño.Espero que os guste. EL BANDIDO CABRERIN Según cuenta la leyenda, don Julián Siva, el hombre más rico de Extremadura, fue secuestrado por los bandidos y llevado al Puerto de la Serrana con exigencias de dinero y amenazas de muerte. Al tener noticias de ello Cabrerín fue allí, le salvó la vida y le puso en libertad. Se presentó a don Julián diciéndole: "yo soy Cabrerín, el jefe de los bandidos de la sierra y usted es el dueño de muchas tierras de la comarca y de los ganados que pastan en ellas; ambos podemos vivir aquí, pero nos interesa ponernos de acuerdo porque los dos nos podemos ayudar y servir mutuamente respetando ciertas condiciones. Si usted se compromete a darme en dinero o en comida lo que yo necesite para mantener a mis hombres en la sierra, yo le prometo que sus ganados y tierras serán respetadas por nosotros y en nosotros encontrará usted el mejor guarda para su hacienda". Don Julián que no esperaba tal ofrecimiento quedó contento y conforme con el acuerdo, rubricándole los dos con un apretón de manos. De aquí nació la sincera amistad que mantuvieron como dos buenos amigos durante su vida. Los bandidos con el jefe al frente, fueron a tierras andaluzas a realizar alguna de sus hazañas; pero tuvieron mala suerte porque fueron sorprendidos y apresados por la justicia. El Cabrerín fue enviado al penal de Ceuta a cumplir su condena. Cuando Juan Morales González, alias "El Cabrerín", salió de la cárcel con 79 años y volvió a su pueblo natal, Serradilla (Cáceres), se encontró sólo, ya que sus compañeros estaban dispersos, y la gente del pueblo no confiaba en él. Necesitaba un amigo de verdad que fuera sincera que supiera escuchar y aconsejar a la vez: no tenía otro mejor que don Julián Silva por la confianza y la antigua amistad que les unía. Fue a verle al palacio que tenía en la dehesa del "Haza de la Concepción" a orillas del río Tiétar. Cabrerín rogó a don Julián que estuviera presente en la confesión de sus aventuras el guarda de la finca por lo bien que se había portado con ellos. Les contó con detalles cómo fueron sorprendidos por la Justicia y sus aventuras en el penal, la desilusión que se llevó al no encontrar los tesoros escondidos y el cansancio que acusaba por su ya avanzada edad... Don Julián, que estaba agradecido por los servicios que Cabrerín y sus compañeros le habían prestado en la vigilancia y protección de su agencia, le abrió las puertas de su casa. Y para que no le faltara nada le ingresó en el asilo de los ancianos de Plasencia. En este centro benéfico pasó el resto de su vida Cabrerín, el bandido generoso más valiente y honrado que ha tenido Extremadura. Murió en el Asilo el día 9 de Abril de 1902 a los 89 años de edad.
|