eL SECRETO DE FÁTIMA A LOS JEFES DE ESTADO EN EL MUNDO Y A TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA El Secreto de Fátima 1917 - 1960 - 1976 Recogido del texto del periódico "L'ARALDO de S. ANTONIO" n.15 de mayo 1975 y publicado de nuevo, in obediencia a la voluntad sisma de la SS. Virgen Madre del Salvador Cristo Jesus, para el apostolado y la difusión de la buena prensa a cargo de un GRUPO DE HIJOS ESPIRITUALES del Siervo de Dios Padre Pío de Pietralcina. (S.B.C. Torino) El secreto de Fátima No tengas temor, querida pequeña. Soy la Madre de Dios, que te habla y te pide hagas público el presente Mensaje para el mundo entero. Haciendo esto, encontrarás fuertes resistencias. Escucha bien y haz atención a ésto que te digo: Los hombres deben corregirse. Con humildes suplicas, deben pedir perdón de los pecados cometidos y que pudiesen cometer. Tu deseas que Yo dé una señal, para que cada uno acepte Mis Palabras que Yo digo por mediación tuya, al género humano. Has visto el Prodigio del Sol, y todos, creyentes, incrédulos, aldeanos, ciudadanos, sabios, periodistas, laicos, sacerdotes, todos lo han visto. Y ahora proclama en Mi Nombre: Un gran castigo caerá sobre todo el género humano, no hoy, ni mañana, sino en la segunda mitad del Siglo XX. Ya lo había revelado a los niños Melania y Maximino, en "La Salette", y hoy lo repito a tí, porque el género humano ha pecado y pisoteado el Don que había hecho. En ningún lugar del mundo hay orden, y Satanás reina sobre los más altos puestos, determinando la marcha de las cosas. El efectivamente logrará introducirse hasta la cumbre de la Iglesia; él logrará seducir los espíritus de los grandes científicos que inventan las armas, con las cuales será posible destruir en pocos minutos gran parte de la humanidad. Tendrá en poder a los potentes que gobiernan los pueblos, y los incitará a fabricar enormes cantidades de estas armas. Y si la humanidad no se opusiese a ésto, estaré obligada a dejar libre el brazo de Mi Hijo. Entonces se verá que Dios castigarà a los hombres con mayor severidad como no había hecho con el diluvio. Llegará el tiempo de los tiempos y el fin de los fines, si la humanidad no se convertirá y si todo debería continuar como ahora, o peor, debería agravarse mucho más, los grandes y los potentes perecerán junto a los pequeños y los débiles. También para la Iglesia, llegará al tiempo de Sus más grandes pruebas. Cardenales se opondrán a Cardenales, los Obispos a Obispos. Satanás caminará por entremedio de Sus filas, y en Roma habrá cambios. Lo que está podrido caerá, y lo que caerá, ya no se levantará más. La Iglesia será ofuscada y el mundo trastornado por el terror. Tiempo llegará, en que ningún Rey, Emperador, Cardenal ú Obispo, esperará a Aquel que sin embargo vendrá, pero para castigar según los designios del Padre mío. Una gran guerra se desencadenará en la segunda mitad del Siglo XX. Fuego y humo caerán del Cielo, las aguas de los océanos se volverán vapores y la espuma se elevará revolviendo y hundiendo todo. Millones y millones de hombres perecerán de hora en hora, aquellos que queden en vida, envidiarán a los muertos. Por cualquier sitio por donde se dirija la mirada, habrá angustia, miseria, ruinas en todos los países. ¿Ves? el tiempo se acerca siempre más y el abismo se engrandece sin esperanza. Los buenos pacerán junto a los malos, los grandes con los pequeños, los príncipes de la Iglesia con sus fieles y los gobernantes con sus pueblos. Habrá muerte por todas partes por causa de los errores cometidos por los insensatos y por los partidarios de Satanás el cuál entonces, y sólo entonces, reinará sobre el mundo, por último, cuando aquellos que sobrevivirán a todo evento, estén aún con vida, proclamarán nuevamente a Dios y a Su Gloria y Le servirá como en un tiempo, cuando el mundo no era así de pervertido. Ve, pequeña mía, y proclámalo. Yo a tal fin, estaré siempre a tu lado para ayudarte".
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