Alcollarín - Caceres

Espero que le guste a Perolo que nos estará leyendo.

Valoco fué una niña que nació en una casa humilde, cerca de la Raya, tan cerca estaba que casi la tocaba con la mano. El caserío donde vivian sus padres estaba formado por una calle de diez o doce casas, no más. Su abuelo fué portugués, nació en Alegrete,un pueblo cerca de Portalegre, en el Alto Alentejo portugués. Emigró recíen casado a este enclave y aquí se asento trabajando como zapatero. Era el zapatero mas famoso de este contorno, el nombre del Sr. Salgado era conocido por todas las personas a ambos lado de la Raya. Tuvo varios hijos, hasta seis y aquí en este terruño los crio, rodeados de gentes que vivian del contrabando, del café, del tabaco, de lo que fuera para poder vivir y matar el hambre. Escuelas para llevar a sus hijos al colegio no había, y carreteras para llegar hasta el pueblo tampoco, y lo coches no se habian inventado por aquí. Cuatro kilometros los separaban del pueblo, cuatro kilometros que pesaban como una losa, para poder pasar por estos caminos, llenos de riachuelos que los cortaban cuando llegaba el invierno. No sé como aprendieron a leer ni a escribir. Eran españoles, pero eran los grandes olvidados de Extremadura.

Los hijos del señor Salgado se hicieron mayores y hasta se casaron. Todos ellos eran conocidos por el nombre de pila, seguidos del apodo de Valoco. Uno de ellos un día se caso con su vecina y tuvieron hijos, varios llegaron a tener; y seguían viviendo allí en la Raya, sin escuelas, sin carreteras, sin luz, sin.....Y eran los años sesenta y el mundo progresaba, se hacian carreteras, polígonos, polos de desarrollos, se hacia de todo; pero allí no se hacia de nada, solo el terruño y la huerta pequeña para comer y poco mas, y los hijos sin poder llevarlos a la escuela.

Valoco, la niña, solo tenía siete meses, cuando su padre tomó la determinación sangrante, como tantos extremeños, porque en esto no hay quien nos gane, de hacer la maleta de madera, que un día se trajo de la mili, y decirle a su mujer que no aguantaba mas aquella situación. Que vivian olvidados de todos y que aquello no tenía solución para nadie, ni para ellos ni para sus hijos, que ya habian nacido.

Salieron, con un papel y una dirección escrita, que casi no se entendía, camino del cinturón industrial de Madrid, donde había trabajo para todos los que iban llegando. Las casas de los pueblos que se iban creando se llenaban con las familias de extremeños, de andaluces, de..., Móstoles, Alcorcón, Alcobendas, todos barrios de Extremadura.

Valoco creció en este nuevo ambiente, lejos de su tierra, en una tierra que no era la suya, pero nunca olvido a su pueblo ni a su Extremadura. Ama todo lo extremeño, y un día, siendo muy joven se caso con un jugador de futbol del Getafe. Ha tenido dos hijos, una niña que tiene catorce años, y todos la conocemos, y un niño de once que es jugador, como su padre y juega en el mismo equipo de este, como juvenil.

La vida no le ha sido facil. Ella es dura, como la tierra que le vió nacer, pero a su alrededor encuentra muchas dificultades para seguir adelante en esta vida. Lucha y lucha, buscando soluciones a sus problemas para su hija y para los suyos propios. Esperamos y deseamos que los médicos que tratan a ambas les apliquen los remedios necesarios que la medicina pone a su alcance. Es nuestro mayor deseo. Me congratulo mucho poder ver que Valoco es una mujer fuerte y luchadora.