RELATO "DERBY" (derby, quedarme en casa) Tarde de sábado, partido de liga, y este sin venir, con lo que me ha costado coger mesa, para ver el partido en el bar. ¿Le dijiste a este que íbamos a ver el partido en el bar “”Tolo.”?-- Le grité a Jesús entre el tumulto de la gente, momentos antes de apurar el botellín. --¡Que si!, lo que pasa es que es una nenaza y no se atreve, llámale y le preguntas, que la gente empieza a mirarnos mal por tener las dos sillas vacías. ¡Hola!, ¿puedo sentarme?, vais a perder, lo sabes, ¿verdad?—Me saluda Cruz, sentándose sin esperar respuesta. Cruz es extremeño, pájaro viejo “resabiao” como una mula vieja “resabia”, pero un tio estupendo, si no fuera porque es del equipo contrario, y los días de Derby no hay quien le aguante, podría ser hasta una persona. . . humana. --¡Hola, si, no te lo crees ni loco!—Contesté en un alarde de retentiva contestataria. --¡Jesus, ¿tienes el teléfono de Santiago?—Jesús marca en su móvil y me lo pasa, después pide tres cervezas más. --¿Santiago?, ¡Venga tío que estamos esperando, ¿Qué? , no me fastidies, ¿Precisamente ahora?, eres un calzonazos.—Cuelgo y le devuelvo el teléfono a Jesús, que impaciente me pregunta: ---¿Qué?. -- Que no viene, tiene que ir con la novia a comprar ropa, menos mal que nosotros estamos solteros, en la vida me manejaran así, ¡Calzonazos!. --Ten cuidado- - Dice Cruz, momentos antes de comer una croqueta. --¿Por qué?—pregunto yo, temiendo que viene alguna sentencia de las suyas. -- Porque esa familia es muy larga.-- dice mientras se hurga con un palillo. -- ¿Qué familia?—Se lo pongo a huevo. -- La de los CALZONAZOS. —me dice momentos antes de empezar a dar saltos, porque su equipo marcó, Jesús me mira, yo le miro y ambos en perfecta sincronía bebemos al unísono de nuestras cervezas, esto no va bien, no señor y acabara peor, me temo.
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