Alcollarín - Caceres

El día de las Candelas,
el día dos de febrero,
sale la princesa a misa,
la gran reina de los cielos.
Apártense los señores,
hagan campo para atrás
que va la princesa a misa
en su carro celestial.
Ya se presenta en el templo
la madre de los amores;
viene a ofrecer a su hijo,
el redentor de los hombres.
Desnudito también va
ese divino lucero,
ese sol resplandeciente,
el Mesías verdadero.
A ofrecer sube María
con su divino Jesús
y de ofrecimiento lleva
dos tórtolas y una luz.
Las tórtolas son palomas
que por pobre le ofrecistes,
que por ser Madre de Dios;
un cordero no tuviste.
Humíllese el sacerdote
con gozo y con alegría,
a recibir a este niño
de los brazos de María.
Humíllese el sacerdote
-también se humilla María-,
que reciba esta tarta
y esa candela encendida.
Vuelve Señora a tu trono
donde estuvisteis primero,
mira que es mucho volar
desde el altar a los cielos.
Da salud al señor cura
que tenemos en el pueblo
y a los demás feligreses
que también lo estamos viendo.
Adiós Virgen del Rosario,
madre del divino amor,
con gozo y con alegría
os damos el corazón.

Ofrezco la versión según se cantan en Lobeznos (Zamora).
Sacada de la revista folklore Fundación Jimenez Diaz, año 1981

Siempre me contaban mis padres que en este dia las madres que habian dado a luz en el año, llevaban al hijo a la iglesia y se lo ofrecian a la VIRGEN
Cuando fuí madre en mi parroquia seguian esa tradición y me alegré