Alcollarín - Caceres

En la sierra de Madrid anoche gris,brumoso y sucio.Llevo todo el día dádole a la tecla y me apetece estirar las piernas,así que me enfundo la cazadora y salgo a dar un paseo.Cae una llovizna fría,y el agua en la cara me espabila un poco cuando bajo al bar de Saturnino,que está junto a la carretera,en busca de un café.El camino pasa por la iglesia,en cuyo porche me entretengo con don José,el párroco,que está allí con su eterna boina,como un centinela en su garita.Que te parece lo de ese pobre chico,dice.Y me cuenta.hace sólo unas horas,muy cerca de aquí,dos etarras han asesinado a un joven guardia civil cuando éste se llevaba la mano a la visera de la teresiana para decir buenas tardes.Hablamos un rato del asunto,el páter me cuenta los detalles que ha oído en la radio,y luego me despido y sigo mi camino bajo la lluvia.
Cuando llego al bar,lluve a cátaros.Digo buenas tardes,me apoyo en la barra sacudiéndome como un perro mojado,y pido un cortado con leche fría.Saturnino,que es grande y tripón,deja la partida de mus y pasa al otro lado del mostrador mientras sus contertulios aguardan,pacientes.En la tele,sin sonido,hay un concurso de chirigotas;y en la radio Rocío Jurado canta como una ola,tu amor llego a mi vida,como una ola.Enciendo un cigarrillo.Junto a mí,en la barra,están cinco albañiles de las obras cercanas;son tipos duros,de manos rudas,manchadas de cemento y yeso.Fuman y beben cubatas y carajillos de magno mientras comentan lo del picoleto muerto,a su estilo:nada que ver con las tertulias políticamente correctas que uno escucha en la radio ni con lo circunloquios del PP y el PSOE.Por lo menos,comenta uno de ellos,un etarra se llevo lo suyo.Y lástima,añade el otro,que no le dieran un palmo más arriba,al H.P. etarra.En los sesos.Ese es el tono de la charla,así que tiendo la oreja.Otro cuenta cómo el segundo guardia,herido en el brazo derecho,aún tuvo los coj. de segir disparando con la izquierda.Y el del paraguas,añade otro.Ese que pasaba de paisano y corrió a ayudarlos con el paraguas de su mujer como arma.Compañerismo,opina un tercero.Y huevos,apunta otro.Sabe Dios cuántos guardias civiles han muerto ya con esta de ETA,dice algien.La tira,confirman.Han muerto la tira.Y ahí siguen,los tíos.Aguantando mecha sin decir esta boca es mía.¿Os acordáis de sus hijos muertos en las casas cuartel?
Me quedo oyéndolo un rato mientras doy unos tientos al café infame de Saturnino.A veces son como son,comenta un albañil.Tarugos de piñón fijo.Pero hay que reconocer que siempre están donde tienen que estar.¿No? Martínez,les dicen,ponte ahí hasta que te releven.Y Martínez no se mueve de ahí aunque se hunda el mundo o lo maten.Por cierto ochenta mil pelas al mes que cobran.Y sin sindicatos,que tiene guasa la cosa.Eso vale algo,dice otro o mucho.La prueba es que la gente dice que tal y que cual;pero cuando tienen un problema,ni Gobierno,ni Rey,ni leches.De lo únicos que de verdad te fías en España es de la Guardia Civil.Los cinco siguen un rato comentando el asunto.Y en ésas como si estubiera preparado,se para fuera un coche verde y blanco con pirulos azules.Por la ventana veo como salen dos guardias;uno empuja la puerta y entra.Es un guardia joven y alto.Tal vez se parece al que acaban de matar.Hasta es posible que pertenezca al mismo puesto de Villalba,o al vecino Galapagar.El guardia dice buenas tardes,se quita la teresiana y biene hasta la barra.Un café,por favor,le pide a Saturnino.Solo.Al entrar se ha hecho un silencio.Los albañiles lo miran y hasta los del mus se olvidan de los duples y del órdago.Cuando tiene delante el café,el picoleto saca del bolsillo dos aspirinas,y se las traga con unos sorbos.Qué le debo,pregunta,echándose la mano al bolsillo.Saturnino va a abrir la boca,cuando el grupo de albañiles le hacen un gesto negativo.Está invitado,rectifica Saturnino.Por los caballeros.
El guardia se vuelve hacia el grupo y mira un instante sus monos y ropas manchadas.Sus caretos masculinos y honrados,solemnes,sin afeitar,fatigados de todo el día en el tajo.Los cinco le observan muy serios.Gracias,dice.Algún albañil inclina un poco la cabeza.Nadie sonríe ni dice una palabra.El picoleto se pone la teresiana y se va.Y yo me digo:me han ganado por la mano estos ca..Tenía que habérseme ocurrido.Ese café habría debido pagarlo yo.

ESTE ESCRITO FUÉ RELIZADO POR D.ARTURO PÉREZ REVERTE,EN UN PERIÓDICO EL 12 DE ENERO DE 2003.
ESPERO QUE HAYA SIDO DEL AGRADO DE ESTE FORO,EL FORO, DE MI PUEBLO.
UN ABRAZO PARA TODOS.

Hola "El Milano . . .", me ha emocionado el artículo. Me han venido a la cabeza el millar de almas que se ha llevado esta anormal pero no menos cruel "guerra". Es como si se hubiesen clavado en mi todos esos ojos, vacios de odio, llenos de preguntas, anhelando respuestas. . . que nadie va a responder. Civiles, militares, niños, policias nacionales y locales, guardias civiles, políticos, jueces, fiscales. . . Han sacudido a toda la sociedad española, nadie puede decir que no se ha pagado un precio. Demasiado caro. Un abrazo Milano y foreros.

Un saludo muy grande SJV,tenía ganas de conocerte estoy en una capsula y estoy igual que antes,sé que te llamas Salva y que estás en Cataluña pero nada más,da igual, seguro que fuera del monitor nos conocemos, y si vas en Semana Santa me gustaría tomarme algo contigo,espero que aceptes mi invitación, la verdad,que se te ve buena gente y esto es una de las cosas que más me gusta,estar con buena gente.
Un abrazo SJV.

Hola de nuevo "El Milano . . ." Gracias por tu invitación pero tendrá que retrasarse para el mes de Agosto ya que el trabajo me lo impide, creo que es como el tuyo pero en la administración local. No te quepa duda que recojo la invitación para cuando sea posible. Un abrazo.