Alcollarín - Caceres

Señor Conde duque del olivar: hasta hoy no he tenido oportunidad de contestarle aunque sí intención, Ruego disculpe mi retraso.
Dice que no me conoce, o es muy joven, o no va por Alcollarín, o lo hace desde hace poco tiempo. Me presentaré: soy nacida, criada y educada en el pueblo, mis padres José Rodríguez e Isabel Martín ha vivido siempre allí (más de 70 años), allí nacieron, allí trabajaron decentemente en un bar y una tienda, cara al público, por lo que todo el mundo nos conoce bien, allí siguen teniendo su residencia habitual (aunque ahora, por estar jubilados y como hacen la mayoría de los abuelos, pasan tiempo en Miajadas cuidando a mis sobrinos), allí tienen su médico de cabecera, allí van varias veces a la semana a recoger su correo y a cuidar su huerto, allí pagan sus impuestos y por tanto, con todos los derechos del mundo, allí están empadronados desde que nacieron. Yo soy la mayor de sus hijas y vivo en San Sebastián. Voy a mi pueblo siempre que puedo, la última vez a la Santa.
Ahora le diré que, efectivamente, he leído su escrito al que yo hacía referencia y he comprobado que confundí el sentido que usted quería darle a la frase:” Verás, esto es muy fácil, hay que lograr vencer unas elecciones que están a todas luces perdidas.”

Como rectificar es de sabios, le pido humildemente me perdone el haber hecho uso de ella de modo equivocado.

Que los Reyes Magos sean generosos con usted y con todo su condado

Señora Marga: me alegra saber que sólo fue un error la interpretación que usted hizo de mi frase. No tiene por qué darme explicaciones de que sus padres estén empadronados o no en Alcollarín aunque sé que es un tema "de moda" por el pueblo, de todos modos le agradezco la historia que me cuenta para informarme, pero desgraciadamente sigo sin caer en la cuenta de quién es usted, cosas de la juventud. Disculpas aceptadas.
Que sean igualmente generosos los magos. Reverencias a todos desde mi Condado.

Perdona que sea un tanto maleducado metiéndome en medio de una conversación que no iba dirigida a mí, pero ha llamado mi atención lo que en ella dices, apreciada Marga. Porque la situación en la que se encuentran tus padres, es prácticamente la mía, con la diferencia de que ellos van a Miajadas a cuidar a tus sobrinos y yo estoy en Palma recibiendo los cuidados de mi pareja, a la que por supuesto nada ni nadie me hará renunciar. Cuidados que, por otra parte, mis padres (76 y 77 años) por desgracia cada vez les es más difícil de llevar a cabo.
Como tus padres llevaba 47 años empadronado en mi pueblo, igual que ellos allí también pago mis impuestos, allí también tengo mi médico de cabecera, porque nunca he renunciado a nada de lo poco que me ha ofrecido el ayuntamiento a pesar de mis muchas dificultades, e igual que ellos es mi derecho estar empadronado en mi pueblo. ¿O es que acaso tus padres son más alcollarinejos que yo?
Te rogaría encarecidamente me contestases.